Cultura

Un crisol escénico para un centenario

¿Federico García Lorca, Salvador Dalí y Manuel de Falla juntos? A esto hay que echarle una pensada, me dije, al ver el programa con el que el Gran Teatro Falla nos abrirá sus puertas (las que conducen al patio de butacas, palcos y paraíso), para celebrar sus 100 años de vida.

El evento va más allá de un homenaje a Falla, pese a que el Gran Teatro de Cádiz lleve con orgullo su nombre, y me ha llamado la atención que para este importante día se hayan elegido dos obras de ballet. Su significado merece una pequeña reflexión.

Los dos trabajos del Ballet Nacional de España El sombrero de tres picos y El Café de Chinitas, ambos con coreografía de José Antonio, su director actual, acrisolan lírica, poesía, música, danza y arte.

El Café de Chinitas fue una creación coreográfica de la popularísima cantaora y bailaora Argentinita (Encarnación López Julvez). La artista se inspiró en las canciones populares españolas armonizadas para piano por el mismísimo Federico García Lorca, quien dejara su impronta como intérprete junto a la voz de ésta en una grabación de 1931 en discos de pizarra. Se estrenó en España, alcanzando la popularidad internacional tras su gira norteamericana en 1943 (Metropolitan Opera House NY), para la que contó con el lujo de unos decorados hechos ex profeso por el genial Salvador Dalí.

Argentinita innovó en su tiempo, y aunque dicen las críticas que no fue ni la mejor cantaora ni la mejor bailaora, supo unir y luego difundir la esencia de lo español por toda América a través de las artes escénicas. Pero hay más, la artista era conocida, querida y reconocida por el público de Cádiz, gracias al estreno en el Gran Teatro Falla de la primera versión completa de El amor brujo, de nuestro paisano. Fue el día 10 de junio de 1933, ante un público que llenaba el Gran Teatro, y que correspondió con una larguísima ovación al finalizar el espectáculo, que también incluyó una suite musical del Sombrero de tres picos. La orquesta Bética estuvo conducida nada menos que por Ernesto Halfter, y en el palco municipal, un invitado de excepción: Federico García Lorca. La casualidad, o la coyuntura, o como quieran llamarle, hizo que el evento, que probablemente, en principio se hiciera pensando en darle un homenaje a don Manuel de Falla, al final no lo fuera, por la concurrencia en el palco de una delegación naval francesa, comandada por un alto Almirante que visitaba Cádiz con sus navíos de guerra, y a quienes se dedicó el espectáculo, concibiéndolo como "Función de Gala". Pero, sin duda, el estreno gaditano fue el responsable de que Argentinita despegara en el plano artístico, con compañía propia, y con los mejores consejos de su amigo Lorca (y de otros integrantes de la Generación del 27). Triunfar en el Gran Teatro Falla con un espectáculo flamenco en 1933 significaba triunfar ante el público más entendido del momento, por muchas razones. Espectadores venidos de San Fernando, El Puerto y Jerez se dieron cita en el Gran Teatro para no perderse la ocasión de ver a Argentinita y refrendar su éxito (Quiero aquí agradecer la estupenda colaboración de los compañeros de Hemeroteca de Diario de Cádiz, que me han facilitado comprobar todos estos datos).

Hemos cambiado de siglo, y las tablas del Gran Teatro Falla vuelven a acoger los compases de El sombrero de tres picos, con una versión que incluye la reproducción fidedigna de los decorados que Dalí diseñara para la obra representada en España por Ana María y su Ballet, en 1949.

La coreografía actual de El Café de Chinitas, creación de José Antonio, fue un encargo de los festivales internacionales de Castell de Perelada, Santander, San Sebastián y Granada, junto con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, y la colaboración de la Fundación Gala-Dalí, para conmemorar en 2004 el centenario de Dalí, motivo por el cual también se reprodujeron los decorados creados por el genial pintor para la obra de Argentinita. Posteriormente, la coreografía fue adquirida por el Ballet Nacional de España.

La obra nos llega hoy, con la suma de valiosísimas colaboraciones: en el plano musical, con la armonización de Chano Domínguez (fundador del grupo CAI), y en el vestuario, que ha sido diseñado por Ivonne Blake, ganadora de un Oscar de Hollywood (Nicolás y Alejandra) y de varios premios Goya. Además, al cante, Esperanza Fernández, asidua de nuestra tierra, y Momi de Cádiz. Todo un lujo.

Pese a que el programa para los próximos días 5 y 6 tiene un mucho de homenaje a don Manuel de Falla, al incluir su obra El sombrero de tres picos, trasciende más allá, y es un espectáculo que no dejará a nadie indiferente, con independencia del significado que cada uno quiera ver, entender y sentir.

El gran coliseo gaditano es hoy, día de su centenario, una parte importante del patrimonio material, cultural, artístico, y simbólico de Cádiz. Felicidades.

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