La autopsia certifica que Morente tenía cáncer de esófago
La familia insiste en que el cantaor falleció por una "grave negligencia médica"
El cantaor Enrique Morente murió por un "deterioro multiorgánico" originado por las complicaciones sufridas en la operación para tratar el cáncer de esófago que padecía, según el informe final de la autopsia entregada al juez que investiga la denuncia de la familia contra el cirujano. Morente, de 67 años, falleció el 13 de diciembre de 2010, una semana después de ser operado por segunda vez de un cáncer de esófago por el doctor Enrique Moreno, premio Príncipe de Asturias en 1999, catedrático de Patología Quirúrgica de la Universidad Complutense y jefe de Cirugía General del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
La familia, que siempre defendió ante la prensa que Morente ingresó en la clínica La Luz de Madrid por una úlcera de estómago, decidió denunciar al médico por presunta negligencia y solicitó una autopsia. El equipo médico que intervino a Morente, ante las informaciones periodísticas "erróneas" y las declaraciones de los allegados al cantaor que insistían en que sólo sufría una úlcera, hizo público el 14 de diciembre un comunicado en el que aseguraba que padecía "un carcinoma de esófago de 4,5 centímetros de diámetro, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas". La autopsia fue practicada ese mismo día en el Instituto Anatómico Forense de Madrid. El informe final señala que Morente "sufría un carcinoma de esófago" y que había sido sometido a una esófago-gastroplastia "programada".
La familia del cantaor, sin embargo, insiste en que éste falleció "desangrado" debido a una grave "negligencia médica".
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