Rafael Manzano: "La arquitectura moderna es la vencedora de la batalla"

Rafael Manzano estuvo ayer en su tierra, Cádiz. En la sede del Colegio de Arquitectos, donde, aparte de acompañar a antiguos alumnos y compañeros de profesión en el acto de homenaje a los colegiados que cumplen bodas de plata, pronunció una conferencia sobre Modernidad y Clasicismo. Una ponencia que abordó a modo de contienda entre ambos principios de la arquitectura, y en la que, pese a ser ferviente seguidor del bando del clasicismo -cuya buena práctica a lo largo de su carrera le ha valido recientemente el premio Driehaus-, dice que ha sido "la modernidad la clara vencedora del siglo".

"La batalla la ha perdido el clasicismo, pero si la modernidad está bien hecha, la estimo en su justo precio", reconoce modestamente el prestigioso arquitecto gaditano afincado en Sevilla, antes del acto.

De la modernidad no le gusta el abuso e imposición "como exigencia absoluta". "De hecho, las comisiones de patrimonio artístico impiden que se haga nada de carácter clásico". No obstante, reconoce que en esta última vertiente "la mayor parte de lo que se hace está mal hecho". Así que lo tiene claro: "Está tan mal el clasicismo mal hecho como la modernidad mal entendida".

La apuesta personal que hace este amante de las construcciones inspiradas en la arquitectura vernácula es, por tanto, el uso del lenguaje clásico en los cascos históricos y de la modernidad, en las nuevas áreas de expansión. Y aunque no gusta de las mezclas, no deja de reconocer que pueden complementarse.

Manzano explica que son los arquitectos los que más pasión profesan por los gustos modernos. Pero luego "son muchos los que demandan vivir en una casona antigua o pasar unas vacaciones en un hotel con encanto, en busca del vínculo con el pasado".

Durante su intervención también habló del premio que acaba de recibir y de algunos de los proyectos que ha realizado en monasterios de Galicia y un proyecto actual por la zona del Golfo Pérsico.