Cuando en 1994 Andrea Camilleri creó a Salvo Montalbano no se imaginó que tres décadas después su detective, bautizado así en homenaje a Vázquez Montalbán, sería el personaje literario italiano más popular del mundo junto a Pinocho. El dramaturgo y novelista nos dejó en 2019, pero Salamandra ha continuado publicando, de manera póstuma, algunas de las novelas que dejó terminadas antes de su fallecimiento en Roma. Tras La red de protección (la primera obra que Camilleri dictó en vez de escribir por culpa del avance de su ceguera), llegaron El método Catalanotti y El cocinero del Alcyon, pero faltaba el colofón, que es lo que el autor trasalpino nos regala ahora desde el más allá con Riccardino, con la que pone punto y final a una saga que cuenta con 33 títulos que le han encumbrado como una de las grandes voces del género negro mediterráneo.

Portada del libro.

El último acto de servicio de Montalbano es casi un duelo entre el autor y su protagonista, con quien ha convivido durante tres décadas. Los dos ajustan cuentas en una novela que contiene algunos de los momentos más emotivos, pero también más cómicos de toda la saga. Es indudable que el hecho de dictar sus últimas novelas le han conferido todavía un tono más divertido. No hay más que pararse en El método Catalanotti, donde hay pasajes verdaderamente divertidísimos protagonizados por esa magnífica galería de personajes (con el gran Catarella a la cabeza) que acompañan a nuestro sabueso siciliano en sus aventuras.

En esta última obra, Riccardo Lopestri, joven director de la sucursal de la Banca Regionale de Vigàta conocido como Riccardino, es asesinado en plena calle por un misterioso motorista ante sus tres mejores amigos. Salvo Montalbano, cansado de homicidios y delitos, intenta resolver el caso en el menor tiempo posible. Sin embargo, el destino nunca depara soluciones fáciles, y lo que parecía un crimen por cuestiones de honor, resulta ser un ovillo mucho más difícil de desentrañar que conduce al comisario hasta una mina de sal en la que trabajan los tres íntimos del difunto. Y así, entre informantes tan curiosos como una quiromántica clarividente o la portera de un gimnasio, el último caso de Montalbano se convierte en una maraña de amenazas, luchas de poder e intereses personales en la que se ven envueltos constructores mafiosos, peces gordos de la política y dignidades eclesiásticas.

Para celebrar el cierre de la serie, Penguin Random House Grupo Editorial ha producido un documental de 20 minutos que indaga acerca del fenómeno del comisario más popular de Italia y en toda la obra del autor siciliano. Con entrevistas a sus editores, agentes y traductores, así como a libreros, periodistas, escritores y lectores, el documental El último caso de Montalbano nos descubre las raíces de una saga mítica, las claves de su éxito y los ingredientes que la han hecho tan querida sobre todo entre el público español.

La novedad: El gaditano Juan Bolea regresa al género con ‘La baraja de plata’

La editorial Alrevés acaba de publicar la nueva novela del gaditano Juan Bolea. La baraja de plata es la quinta entrega de la serie del detective Florián Falomir, cuyas anteriores novelas han alcanzado todas terceras ediciones.

Con este título Falomir, antiguo agente de inteligencia reconvertido en detective privado, nos invitará a viajar a Cádiz, donde le sorprenderá la muerte de una adolescente cuyo cadáver encontrará en una playa gaditana. A partir de la investigación de este suceso, a veces en colaboración con la Policía, otras por cuenta, Falomir se irá introduciendo en un caso muy enigmático y de gran complejidad, con numerosos interrogantes y escasas pistas.

Una de ellas podría ser un antiguo naipe de plata, procedente de una baraja muy valiosa que había pertenecido a los Borbones españoles, concretamente a Carlota de Borbón, hija primogénita de Carlos IV y hermana de Fernando VII.

En la búsqueda del culpable de la muerte de la joven de la playa, Falomir se introducirá intelectual y físicamente en las herencias y misterios del Cádiz subterráneo, en las criptas y beaterios de sus antiguos conventos de clausura, en los restos romanos, incluso fenicios, que podrían explicar alguna de las preguntas planteadas por el caso. La baraja de plata transcurre durante unos pocos días de intensa e incesante acción. Ese ritmo vivo contagia al lector.

Christopher Lambert, en una escena de 'El siciliano'.