A los doce años, Marta Borcha ya caminaba cogida del brazo de Rafael Alberti por los pasillos del Prado, convirtiéndose así en su Cicerone particular en el mundo de la cultura. Poco después se convertiría en el compañero sentimental de su madre y en "faro de su juventud", como ha comentado Borcha. "Me enseñó a mirar el paisaje de otra manera, a caminar sin miedo a tropezarme y es que su genialidad siempre estaba presente", explica la joven autora.

Ahora la Fundación Alberti le ha brindado la oportunidad de presentar su primer libro en El Puerto de Santa María, dentro de los actos conmemorativos del 105 aniversario del poeta.

En este sentido, Borcha ha comentado que "es todo un lujo volver a esta casa como escritora, porque él fue mi padre literario y de alguna manera sigo sintiendo que guía mis pasos". Pero a Marta no le faltan padrinos. De hecho, en este acto cuenta con el respaldo del escritor Juan José Téllez y el presidente del gremio de editores de Madrid, José María de la Torre.

Las orillas del tiempo se ha convertido en su debut literario. El volumen recoge veintiocho relatos cortos con los que la autora pretende despertar la conciencia de sus lectores. "Algunos de los que ya lo han leído me han dicho que es un libro duro y quizás sea así pero yo no busco la indiferencia", confiesa Borcha, que ha querido convertir en protagonistas de su obra a personajes ficticios, teleadictos, indigentes, ancianos, y a "todos aquellos que existen, aunque no los queramos ver", explica la escritora.

Su compromiso con esa legión de seres desterrados al ostracismo va más allá de lo literario, ya que el 0'7 por ciento de los beneficios obtenidos por la venta de su libro se destinarán a proyectos de ayuda al desarrollo en el Tercer Mundo.

La presentación, que se celebrará a las 20.30 horas en la sede de la fundación, forma parte de los actos previstos para la conmemoración del 105 aniversario de Rafael Alberti y los 80 años de la generación del 27. Unos actos comienzan hoy en la casa donde el autor portuense pasó su niñez, con una lectura continuada de textos suyos y la inauguración de una exposición de primeras ediciones y correspondencia de los escritores de la generación a la que perteneció.