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'Miedo' en el Gran Teatro Falla

Albert Pla: “Tengo prohibido hablar de política porque podrían meterme en la cárcel”

  • El polifacético artista catalán estrena noviembre en el Gran Teatro Falla con ‘Miedo’, un espectáculo multidisciplinar donde se funden música, teatro y videoarte

El músico catalán Albert Pla.

El músico catalán Albert Pla.

–Hace un par de años estuvo usted en el Teatro Falla con ‘Guerra’. No sé si lo recordará...

–¡Claro, cómo no! Recuerdo que vino mucha gente y que lo pasamos muy bien. Sí, sí que estuvo bien...

–¿Y con ganas de regresar?

–Cómo no. ¿Quién no quiere volver a Cádiz?

–Pues, oiga, estamos apartados de todos los circuitos

–Pues hay que ser idiota para no querer ir a Cádiz. Vamos, yo no lo entiendo, hay que ser insensato.

–¿’Miedo se parece en las formas a ‘Guerra’?

–Bueno, en que hay una dramaturgia apoyada con las canciones y el apoyo tecnológico... Pero dramáticamente va por otro lado totalmente porque Guerra era un espectáculo bastante social que hablaba de una guerra entre ciudades y países pero Miedo es un espectáculo muy ligado a la intimidad de las personas, no tiene nada de social, es muy personal.

–¿Entonces no habla de los miedos atávicos que nos unen a todos?

–No es eso... Cuando hablo de miedos sociales me refiero a que si hay algo de lo que no habla el espectáculo es de los miedos que salen por la tele.

–Vale, entiendo. ¿Y de los suyos propios? ¿Es una terapia o no le va ese plan?

–No me va nada. Miedo no es nada terapéutico para mí ni pretendo hacer de psicólogo con el público. Efectivamente, no me va nada ese rollo, yo no salgo al escenario a hacer terapia. Simplemente se trata de decir “me da miedo esto o aquello o patatín o patatán...” Y todo esto se va ilustrando con canciones, con imágenes y con pequeños textos.

–¿Le gusta más este formato de teatro-musical que ofrecer un concierto al uso? ¿Le da a lugar a profundizar más?

–No es eso, es más bien que a mí un buen hilo conductor siempre me ayuda a componer canciones. Y después está el escenario... En él se pueden hacer tantas cosas, ¿verdad? Y en este caso es que tenía un buen hilo conductor como es el miedo y muchísima ayuda de las imágenes... Los personajes, realmente van saliendo de ahí.

–Vuelve a confiar en NueveOjos y también en Refree. Y además le suma el trabajo de las imágenes de Mondongo. Para un artista con una personalidad tan definida como la suya, ¿es complicado trabajar con otros?

–Pues te diría, desde mi punto de vista, que es fácil. Es fácil para mí trabajar con ellos, no sé lo que ellos pensarán de mí. Pero trabajar con Raúl (Refree) es algo facilísimo, con gente como Judit, integrar las pinturas de Mondongo, seguir desarrollando el trabajo que con Nueve Ojos hicimos en Guerra, perfeccionarlo y llevarlo un pasito más adelante... Bueno, y Pepe Miravent, con el que he hecho estos dos últimos espectáculos es otra de las claves de este proyecto. He trabajado fácil y muy cómodamente. Es que si en la vida tienes la suerte de cruzarte con gente a la que admiras pues es una oportunidad para meterte en sus mundos personales que al menos, a mí, me encanta entrar. Y, además, joder, si te acabas haciendo amigos suyos es casi imposible no empezar a ponerse a trabajar juntos.

–¿Es cierto que ‘Miedo’ iba a ser un espectáculo de canciones infantiles?

–Sí, sí, luego sobre canciones infantiles de miedo y luego ya se me escaparon los miedos. Es lo que ocurre cuando vas tirando de 500 hilos, que se te cae cualquier cosa encima.

–El disco llegó después, ¿no?

–Generalmente yo hago las cosas como espectáculo que luego acaban siendo discos cuando tengo las cosas claras.

–Pero en ‘Guerra’ no fue así

–¡Porque se nos olvidó! Decíamos, “mañana, mañana nos ponemos a grabar” y se nos fue. Bueno en el disco de Miedo hay una canción, la básica del espectáculo, que también se me olvidó grabarla en el disco.

–¿Los miedos desaparecen cuando crecemos o aumentan?

–Yo creo que se van incrementando con la edad. El miedo también es un producto de consumo: “Compre un nuevo miedo para esta primavera”.

–¿En qué anda metido ahora? ¿Se puede adelantar?

–Ando metido en cinco o seis cosas a la vez pero no sé cuál saldrá. Pero sí sé que el año que viene lo vamos a alargar con Miedo. Normalmente mis espectáculos tienen como dos años de vida pero a éste le podemos sumar uno más. No me puedo quejar para nada de cómo está yendo.

–¿Qué le llega del público?

–Intento que no me llegue nada aparte del “muy bien, muy bien” pero sin profundizar...

–¡Uy! ¿Tiene miedo?

–¡No, para nada tengo miedo! Sino que me podría pasar todo el día mirando opiniones y para mí cuando se acabó el espectáculo, se acabó. Y si la sala está muy vacía sabes que al año siguiente no vuelves a ese lugar.

–No le he escuchado posicionarse a un lado o a otro sobre el Procés pero con todo lo que está ocurriendo después de la sentencia. ¿Ha cambiado su opinión?

–Mi opinión sigue siendo la mismo pero tengo prohibido hablar de política porque podrían meterme en la cárcel tal y como está la cosa. Cada vez que hablo de política me quieren matar.

–Eso no le pasaba en los 80, ¿no?

–Está claro. Seguro que en los 80 podía decir España de mierda sin ser calificado como el radical del momento.

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