Las ventas de coches siguen cuesta abajo
El primer trimestre del año refleja un descenso de un 9,4% en las matriculaciones de turismos y todoterrenos en la provincia de Cádiz
Cádiz/Las matriculaciones de vehículos en la provincia de Cádiz descendieron casi un 13% el pasado enero respecto al mismo mes de 2018; en febrero volvieron a bajar: un 8%. Y el pasado marzo continuó la mala racha con una bajada de un 7,23%. El cierre negativo del primer trimestre de 2019 anota un 9,44% de descenso en las matriculaciones y viene a confirmar que el sector se enfrenta a una tendencia a la baja que los concesionarios observan con preocupación.
Con especial preocupación, como apunta el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, porque se trata de cifras relativas a turismos y todoterrenos del canal de particulares, esto es, al que refleja verdaderamente las ventas que realizan los concesionarios. Es el auténtico termómetro de la demanda en el mercado del automóvil, coincide en señalar Pedro Marín, director gerente de Ibericar en Cádiz, con las concesiones Renault y Peugeot.
Aunque se mantiene en la misma línea de descenso, Cádiz no es de las provincias andaluzas que lo lideran. Por delante tiene cuatro provincias: Málaga, donde las matriculaciones bajaron un 12,66%; Almería, que anotó un 13,17% menos; Jaén, con una bajada de un 16,77%; y Córdoba, que se ubica al frente de la tabla con un descenso de un 17,75%.
Los datos ha sido proporcionados por la asociación de fabricantes de automóviles Anfac. Su directora de Comunicación, Noemi Navas, considera que los consumidores “mantienen la incertidumbre sobre qué coche comprar” y de ahí que el mercado encadene siete meses de caída.
El descenso de matriculaciones en el primer trimestre del año es una novedad en la provincia de Cádiz, que desde 2014 no ha dejado de mostrar incrementos en ese período. El año pasado, las matriculaciones aumentaron en los tres primeros meses un 9,4%. En 2017 los datos fueron aún más positivos: el incremento fue de un 18,9%. El año anterior, 2016, también marcó un aumento (10,3%). Y en 2015, las cifras se dispararon: las matriculaciones crecieron un 38,6%. El año anterior, 2014, también hubo un buen primer trimestre, con un incremento de un 22%.
Noemi Navas explica que la incertidumbre del consumidor que ha dado lugar al cambio de tendencia, a ese descenso tras unos años de crecimiento, está provocando un incremento de las ventas de automóviles de más de diez años. “Hace pensar”, dice, “que las familias se están decantando por estas compras de menor coste con el consiguiente impacto en la renovación del parque y en el medio ambiente, al no achatarrar los coches más contaminantes”.
Raúl Morales, de la asociación de concesionarios Faconauto, apunta un detalle que oscurece un poco más la situación: el mes de marzo del año pasado coincidió con la Semana Santa, por lo que hubo menos días de venta; y, sin embargo, el mercado ha vuelto caer.
“Es preocupante”, señala Morales, “que ningún canal de comercialización se esté salvando ya de esta tendencia negativa. Preocupa especialmente el comportamiento del canal de particulares, el que atienden los concesionarios, que está dando muestras de una mayor debilidad, con menos tráfico de clientes por las exposiciones y además con pocos pedidos en cartera”.
El portavoz de Faconauto considera que los clientes necesitan “un mensaje de tranquilidad” y pone como ejemplo el que se ha lanzado desde el País Vasco. “Ha puesto en marcha un plan de renovación del parque”, explica, “que está dinamizando el mercado y achatarrando los coches más antiguos sin dejar de lado ninguna tecnología disponible”. En su opinión, “el Gobierno que salga de las urnas el próximo día 28 tiene que ponerse manos a la obra desde el primer momento y, con el sector, hacer políticas que reactiven la automoción nacional”.
También Noemi Navas alude al plan de achatarramiento del País Vasco y a los inmediatos buenos frutos que está dando. Navas dice que “destaca la fuerte caída de las matriculaciones en Baleares, un 34%, donde se ha aprobado una Ley de Cambio Climático restrictiva con los vehículos diésel y gasolina, frente al fortísimo crecimiento de las matriculaciones en el País Vasco, especialmente en el canal de particulares, con un 40% de alza”. La portavoz de Anfac entiende que estas estrategias “positivas y no prohibicionistas” son las más idóneas para estimular la demanda de vehículos de bajas emisiones y renovar el parque.
Alberto Tapia, director de Comunicación de la asociación de vendedores de automóviles Ganvam, hace un análisis de la situación que evita el pesimismo. “Aunque los resultados no son positivos”, admite, “comenzamos a apreciar una ralentización de la caída al cierre de marzo en el canal de particulares y un nuevo impulso en el canal de empresas en su conjunto. De continuar así, su recuperación podría producirse en los próximos meses y supondría un alivio para la salud del mercado, que está muy debilitada tras siete meses de datos a la baja”.
Como otros portavoces del sector, Tapia precisa que dado que este año la Semana Santa se celebra en abril, habrá que esperar al cierre de ese mes para comprobar si se consolida una tendencia al alza. “Aun así”, añade, “las ventas continúan afectadas por unas perspectivas económicas y electorales que paralizan el mercado. Una vez más, es vital un plan de ayudas estructurado y a largo plazo que incentive la modernización del parque de vehículos”.
"Con 24.000 coches matriculados al año se mantiene el empleo y eso es lo importante"
“La cosa está un poco más parada que el año pasado pero yo pienso que no hay que rasgarse las vestiduras ni que alarmar más de la cuenta”. Pedro Marín, director gerente de Ibericar en Cádiz, con los concesionarios de Peugeot y Reanult, le quita hierro al panorama. Lo explica: “Personalmente, creo que no estamos ante una nueva crisis ni muchísimo menos. Y hablando de la provincia de Cádiz, un mercado que suma en torno a los 24.000 coches matriculados al año es un mercado en el que se pueden mantener el nivel de empleo y de inversiones, que creo que es lo importante”.
En definitiva, que el mercado del automóvil se mueve ahora en un entorno de prudencia, comenta Marín. En un entorno de compras más racionales.
“Yo no soy pesimista ni estoy alarmado. No es para preocuparse”, sostiene Marín. “La situación es para estar ocupado, para estar pendiente y para tomar a nivel empresarial las decisiones que sean convenientes para convivir en este entorno”.
A Pedro Marín, con una amplia experiencia en el mercado automovilístico y que conoce muy bien el de la provincia de Cádiz, le gusta hablar de datos concretos. “Y en este tema”, advierte, “depende del dato que mires”.
Marín explica que hay tres tipologías de clientes. “Una es la importante, el cliente particular, el familiar, el de cada casa. Luego está el mercado de empresas, que va por otro camino, por otra coyuntura y otras necesidades; y finalmente está el mercado de rent a car, de alquiler, que en España tiene una relevancia importante por el turismo pero que depende de cada zona y que en Cádiz es un mercado irrelevante”.
“El termómetro de este negocio”, señala, “es el mercado a particulares; es el auténtico termómetro de la situación”. Y en la provincia de Cádiz, explica, ese mercado de turismos, todoterrenos y derivados de turismo hasta 3.500 kilos (vehículos comerciales, furgonetas fundamentalmente), de todos los carburantes, supone el 77% de las matriculaciones totales; en España, el 55%. “Eso da idea de que Cádiz tiene un mercado eminentemente particular”.
En España ese mercado cae un 7,3%, en el primer trimestre y en Cádiz, un 6,9%. Es un descenso menor que el de los datos proporcionados por Anfac (un 9,4%) porque a los turismos y todoterrenos añade los vehículos comerciales hasta 3.500 kilos.
En todo caso, Marín también reclama menos confusión. “Lo que quiere la industria”, dice, “es un mensaje claro, conciso”.
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