La tierra se mueve bajo los pies de Arcos. Y sus vecinos evidencian a diario su preocupación cada vez que ven en las fachadas o en el interior de sus casas decenas de grietas, aceras levantadas, o enormes socavones en la calzada, que sobrecogen.

Esta localidad serrana sufre desde hace un año una serie de desplazamientos del terreno provocados por su composición arcillosa y la acumulación de aguas subterráneas en una zona concreta, que necesita de intervenciones para frenar los continuos corrimientos, que ya son, para muchos, una pesadilla con la que tienen que lidiar día tras día. Una situación que se agravó con el último temporal de lluvia del pasado año.

Por eso, cientos de vecinos se han unido en un mismo clamor popular para pedir de manera urgente la implicación de todas las administraciones para parar este grave problema, que les quita el sueño. "En Arcos siempre ha habido grietas y fisuras en las casas por estar encima de la Peña. Pero no como ahora", anota un afectado.

De momento, el Gobierno central ha destinado 900.000 euros tras dar la voz de alarma el Ayuntamiento arcense para empezar a fijar la ladera de la Verbena, uno de los puntos más sensibles y que ha afectado a las urbanizaciones colindantes. De hecho, ya han comenzado los trabajos de estabilización de la primera fase dirigidos por el arquitecto Emilio Yanes. Pero hacen falta 1,1 millones de euros más para completar esta actuación.

Pero no basta. Se necesita más financiación. Los vecinos reclaman más ayudas económicas para intervenir en otras zonas del pueblo, también afectadas en distintos grados, y que ocuparía un área de entre 800 y 900 viviendas, según contabilizan. Son las zonas conocidas como Cerro de la Reina, Paseo de Andalucía, Muñoz Vázquez, Miguel Mancheño, Plaza de España, Avenida Duque de Arcos, Cruz Roja, Urbanización Pueblos Blancos y la antigua travesía, donde el firme parece un acordeón fruto de las continuas cesiones de los terrenos.

Por eso, se han agrupado esta semana en una plataforma ciudadana para buscar la "estabilidad de Arcos", dicen, con la intención de llamar a todas las puertas de las administraciones superiores que sean necesarias y reforzar las gestiones que el Ayuntamiento haga para poner tope a estos movimientos. "Necesitamos que se hagan estudios rigurosos para poder atajar el problema en estos puntos", confiesa Mercedes Gutiérrez, una de las portavoces del movimiento ciudadano.

Y por si fuera poco, estos desplazamientos han agravado el mal aspecto de dos promociones de viviendas en la localidad, que están en estado ruinoso pese a que son nuevas. La más deteriorada es un edificio en la zona de la Verbana, que tiene expediente de ruina, y cuyas 22 familias llevan desalojadas desde octubre de 2009 ante la gravedad estructural del inmueble. La otra zona es conocida como Pueblos Blancos, donde los moradores conviven a diario con grietas como puños, pilares apuntalados, caídas de escayolas, suelos desplazados, y un rosario de deterioros fruto de la inestabilidad de la cimentación.

Al entrar en el edificio de la Verbena uno parece que está accediendo a un barco. La sensación de movimiento del cuerpo es abrumadora. "Es por la inclinación del edificio, que ha cedido", cuenta Francisco Marchante Arévalo, propietario de uno de los pisos agrietados, que sólo ha podido vivir cuatro años en la casa. Este hombre recalca que el problema originario de este edificio se basa en la mala cimentación que se realizó para su construcción. Además, quiere dejar claro que los deslizamientos en la ladera de la Verbena han agravado más, si cabe, estos daños. Este dueño cuenta el drama de las familias que llevan soportando este desastre, que ya ha llegado hasta los juzgados de Arcos, y cuya promotora es la firma Armendáriz.

"Es para echarse a llorar. Yo tengo pagado el piso pero no tengo nada. Otros vecinos pagan 700 euros de hipoteca y encima tienen que hacer frente a un alquiler", anota. Así las cosas, pese a tener una orden de derribo, apunta que los técnicos encargados de fijar la ladera "dicen que este edificio no se puede tocar mientras se afianza el terreno porque sirve de freno a los de más arriba".

Las grietas campan, también, a sus anchas en suelos, techos, paredes, pilares... en Pueblos Blancos, una urbanización de protección oficial con ayudas de la Junta de Andalucía levantada por la firma Dolmen. El presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Carlos Morón, explica que hay más de un centenar de propietarios afectados directamente en dos de los bloques. Aunque hay medio millar de vecinos implicados en total, que viven en este terreno movedizo.

Ahora están negociando los más afectados con el seguro de la edificación para ver si pueden paliar las deficiencias. Y encima, los deslizamientos actuales les complica más, por si fuera poco, los accesos a la urbanización, quedándose sin una de las vías de entrada a la misma.

María José, Jesús y Manoli son perjudicados jóvenes que viven en esta promoción, la número cinco, y que un día pusieron toda las ganas en su primera vivienda. "Nos han robado la ilusión. Es una estafa", comentan con indignación.

Y es que a decenas de personas, las rajas y las fisuras les han agriado la vida. Se ven impotentes. "Con qué ilusión pagas una hipoteca de una casa que está así", apostillan.

Son muchas las voces que apuntan a que estas promociones afectadas se levantaron un día sobre "suelo de relleno". El caso es que no pocos consultados se interrogan sobre una cuestión: si ha sido así, ¿por qué no ha habido mayor celo a la hora de otorgar permisos para levantar construcciones?".

Y otra reflexión: "Está claro que no se hicieron los estudios geotécnicos precisos, fallaron, o se obviaron", referencia uno de los implicados de la promoción de la Verbena.

Precisamente el secretario de Cooperación Territorial del Gobierno central, Gaspar Zarrías, se desplaza hoy hasta Arcos para firmar el protocolo de La Verbena. Por su parte, el Consistorio local está en contacto con las administraciones superiores para reclutar más apoyos.