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La sombra de Europa es alargada

Eusebio Romero explicando la forma de trabajar con la piel.

Eusebio Romero explicando la forma de trabajar con la piel. / Ramón Aguilar

¿Y qué papel ha jugado Europa en todo esto? El presidente de la Agrupación Local de Empresarios de la Piel de Prado del Rey (ALEP), Eusebio Romero, lo tiene claro: proyección. “Europa nos ha dado una tremenda proyección en los mercados internacionales. Antes operábamos en los mercados nacionales, a raíz de la configuración de la UE la marroquinería se ha expandido más y nuestros artículos son más reconocidos”, reflexiona. En todo este proceso, las ayudas económicas europeas han sido fundamentales para fortalecer el tejido industrial y hacerlo competitivo.

“Ha habido ayudas por parte de la administración autonómica, de fondos europeos, que han contribuido a reforzar la exportación, la formación, la innovación. En definitiva, para prepararnos para ser más competitivos en los mercados internacionales”, cuenta el presidente de ALEP, quien subraya en este proceso de externalización la labor de la agencia andaluza Extenda y el Centro Tecnológico de la Piel, Movex, con sede en Ubrique. “Movex ha hecho un papel fundamental. Por ejemplo, lanzando un plan de marcas internacionales, que nos ha ayudado mucho a establecer relaciones con otros clientes”, defiende el presidente de ALEP. Hay una asignatura pendiente con Europa. Y no es otra que la demanda de la marroquinería de que se establezca una especie de denominación de origen para la manufactura en cuero. Empresarios y la UE llevan tiempo inmerso en este proyecto, que no es fácil ya que necesita definir cómo establecer el espacio y los factores que garantice lo hecho en la zona.

Prado del Rey es el otro polo industrial de la marroquinería junto a Ubrique, aunque a menor escala ya que mueve menos volumen de negocio. Este pueblo de la Sierra cuenta con una treintena de empresas, que dan trabajo a unas 300 personas, están remontando los peores años de la crisis, que hizo mella en este sector local. ALEP las aglutina y además sus socios tienen una comercializadora, que intenta llegar a destinos o firmas internacionales donde las propias empresas por su cuenta lo tienen más complicado.

Los aires que traiga el Brexit siembra dudas sobre el sector. Los mercados británicos han sido tradicionalmente puntos de demanda de productos marroquineros. Así, que la piel serrana teme que algunos clientes ingleses dejen de trabajar con las empresas marroquineras porque no vean claro qué tipo de relaciones se puedan establecer a partir del Brexit. “Hay mucha incertidumbre en el sector. No sabemos qué tipo de relaciones habrá”, destaca Eusebio Romero.

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