El caso del 'bebé robado' exhumado ayer queda pendiente del ADN
Los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal en Sevilla La familia espera confirmar que el niño no era el suyo
El cementerio de Nuestra Señora de la Merced fue el escenario ayer de la tercera exhumación de un supuesto 'bebé robado' que se practica en Jerez, la de un niño, Jesús Zamudio Amaya, que falleció a los tres días de su nacimiento el 1 de enero de 1981 en el hospital del SAS. Su madre, Isabel Amaya, que ahora vive en Málaga, acompañada por su hija Dolores y una nieta, no pudo contener las lágrimas cuando el operario del cementerio, en presencia de representantes del Juzgado número 4, sacó del nicho el pequeño féretro blanco con los restos del que hasta hace poco tiempo ha creído que era su hijo. En una sala del cementerio se abría poco después el féretro en presencia de la familia. Es uno de los pocos casos dentro de la conocida como trama de 'bebés robados' donde no cabía la sorpresa porque hace 31 años la madre del pequeño consiguió con su insistencia que le entregaran el cadáver del bebé para velarlo en casa y no había duda de que se había enterrado a un niño. Ahora, una vez que se conozcan los resultados del ADN -pueden tardar varios meses - tras el traslado de los restos al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, la familia confirmará o no sus sospechas: que el bebé que enterraron no era el suyo y que su hijo fue robado y entregado a otra familia.
Sólo cuando se hicieron públicas numerosas denuncias por supuestos bebés robados en todo el país, Isabel empezó a pensar que el suyo podía ser uno más de esos casos. Hasta entonces, según dijo ayer, siempre pensó que su hijo había fallecido por culpa de un accidente, porque a un enfermero se le había caído. Fueron varias las circunstancias que le llevaron a esa conclusión. Contó que su hijo nació sano y que al tercer día cuando no se lo traían y preguntó por él, después de mucho insistir un médico le comunicó que tenía un problema cerebral y que "tal como iba a quedar era mejor que se muriese. Yo le dije que no me importaba, que le pusiera bien. Llamé a mi marido y a él le explicaron una cosa distinta, que se había ahogado con un vómito. Eran las tres de la tarde y yo le había dado el pecho a las siete de la mañana. Si esa fue la causa, ¿por qué no nos avisaron antes?". Unas horas después les dicen que el niño ha fallecido. "Preguntamos dónde estaba, yo me puse mal, le agarré al médico para que me lo trajeran porque quería llevármelo. El médico me decía: no señora, porque los niños que nacen aquí se quedan aquí, además eso va a ser un gasto para ustedes, y esto se lo solucionamos nosotros. Además al niño se lo hemos bautizado con el nombre de Jesús. Insistí y al final me lo trajeron. Era un paquete, envuelto no sé si en gasas o en periódicos, estaba helado y me lo llevé a casa. Al día siguiente se enterró y unos meses después otra madre que dio a luz estando yo también en el hospital me contó que a un enfermero se le había caído un niño. Siempre pensé que me lo habían matado". Isabel, ya era entonces madre de otros cinco hijos, tuvo al año siguiente otro bebé en el hospital y recordó que de aquel no quiso separarse ni un solo momento.
Hace varios meses su hija Dolores se decidió a remover papeles y de pensar en un niño muerto por accidente la familia empezó a creer que quizá el suyo fuese robado. La documentación que han podido recopilar no ha hecho más que acrecentar esta sospecha. "No creemos que ese niño fuese nuestro hermano, porque no cuadra nada. Yo pido en el hospital el informe completo del historial clínico y lo que me dan es que mi madre tuvo un hijo vivo, ni que enfermó ni que falleció. Luego pedí el legajo de nacimiento y de defunción y en el tomo donde debía estar el nacimiento de mi hermano no aparece la página, se la salta y el legado de defunción no se encuentra porque dicen que cuando se inundaron los sótanos no se pudo salvar nada. Ya te da que pensar, no consta ni fallecimiento ni enfermedad", explicó Dolores.
Isabel está convencida de que si el hijo era el suyo toda la documentación debía ser correcta. "¿Por qué hay entonces tanto fallos? Yo esto lo hago también por las otras madres, por las que no tienen ni el cuerpo del bebé y no pueden demostrado y por los casos que están parados".
La denuncia en Fiscalía se interpuso el 27 de junio de este año, por lo que el procedimiento ha sido rápido. La misma rapidez que la vicepresidenta de la asociación 'SOS Bebés Robados', Luisa Fernanda Terrazas, que acompañó a la familia, pedía para el resto de casos. "Se están haciendo exhumaciones, pero quedan más por hacer y pido que no se archiven más denuncias, que los médicos que han declarado no se tapen entre ellos. En el año 72 murieron 323 niños, ¿eso puede ser?, ¿qué teníamos: médicos o carniceros? Nos los robaron para dárselos a gente que no tenía niños". Terrazas apeló a las madres de hijos adoptados "porque no se los vamos a quitar, pero queremos verlos antes de morirnos, porque es una pena muy grande la que estamos pasando día a día". La asociación sigue colaborando con familias que quieren denunciar, buscando papeles en muchos casos de madres que ya no viven en Jerez pero que tuvieron a sus hijos aquí. "Incluso de Canarias, también de Madrid y de una familia que ahora está en Albacete, pero ahora es verdad que están tardando mucho en facilitar los papeles", lamentó Terrazas.
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