El reto del empleo: ser el elegido entre 70 aspirantes

El pasado miércoles Santo, día 4 de abril, quedó cerrado el proceso de recepción de curriculums en el Instituto Municipal de Promoción del Ayuntamiento de Puerto Real (Impro). Allí, durante dos semanas, se habían recibido tanto en papel como vía electrónica los perfiles de todos los interesados en cubrir uno de los 50 puestos de trabajo que ofrece Oromas, del grupo Harinera Vilafranquina, para su nueva fábrica de pastas alimenticias en el Bajo de La Cabezuela.

Para sorpresa de muchos, para cubrir esos 50 empleos de envasador se han presentado unos 3.500 curriculums: a 70 por puesto. De ellos, unos 1.200 se han entregado directamente en la ventanilla del Impro y el resto, exactamente 2.388, se han formalizado vía correo electrónico.

Desde el Instituto Municipal sólo recuerdan algo parecido en cuanto a afluencia de aspirantes al proceso de selección para ocupar los puestos vacantes en la apertura de la tienda de Leroy Merlin en el polígono Tres Caminos. También se superaron las 3.000 solicitudes, claro que entonces los puestos a cubrir eran casi 100, el doble de los que ahora se piden.

Desde el Impro señalan que esta respuesta no es más que el fiel reflejo de cómo está la situación laboral en la provincia de Cádiz. De hecho, en medio de EREs, ERTEs y cierres, la de Oromas puede ser la única empresa en muchos kilómetros a la redonda que se encuentre realizando selección de personal para nuevos puestos de trabajo. A partir de ahora será la propia empresa la que se encargue de la selección de su nuevo personal.

Harinera Vilafranquina es una de las principales empresas instaladas en el recinto interior de la Zona Franca de Cádiz. Se trata de una iniciativa empresarial con una inversión de 46 millones de euros, tendrá tres líneas de producción, con una capacidad de 4.000 kilos a la hora cada una. Según indicaron en su momento los directivos de Oromas, el objetivo es que el negocio prospere y que en una primera fase pueda ampliarse y expandirse con nuevas líneas para lo que se ha reservado suelo dentro de la misma fábrica. Está previsto que la planta, de 22.000 metros cuadrados empiece a funcionar en el segundo semestre de este año.

Las instalaciones cuentan con 193 metros cuadrados, distribuidos entre una aula de formación con capacidad para 34 personas, una sala de amasado y una sala de hornos.