Desde hace algunas semanas, los operarios de la empresa municipal Aremsa trabajan en la avenida de San Juan de Puerto Rico para poner en marcha un proyecto que afectará tanto a la superficie como al saneamiento de la zona. Se trata de una obra compuesta por tres fases que se están llevando a cabo de forma casi simultánea para conseguir cambiar la imagen del tramo que va desde el final del paseo marítimo del Rompidillo hasta la explanada del muelle deportivo y mejorar las canalizaciones.

Estas obras, presupuestadas en 1,2 millones de euros, van a permitir que se sustituya el colector que existe por otro de mayores dimensiones para canalizar las aguas pluviales que van a parar al mar y evitar inundaciones en época de lluvias. El nuevo colector permitirá más capacidad a la hora de desalojar el agua y además estará más alejado de la salida de esta playa, ya que es mucho más largo.

Ya en superficie, las actuaciones permitirán el ensanche del paseo peatonal, que discurre a pie de playa en el tramo del Rompidillo más cercano al muelle, así como la mejora de la avenida de San Juan de Puerto Rico, ya que se suavizará la pronunciada curva que allí se encuentra, enderezando y ampliando el trazado de esta avenida, que resulta una vía de acceso a importantes bolsas de aparcamientos cercanas al centro. Para ello, ha sido necesario un acuerdo con la Dirección General de Costas ya que ha habido que ocupar parte de la zona de playa para permitir la ampliación de la carretera y de la acera en siete metros.

Según los delegados de Playas, Antonio Alcedo, y Servicios Municipales, Jesús Corrales, esta obra es de gran envergadura y vendrá a paliar el problema de los vecinos de la zona que sufren en época de levante el azote de la arena volando. Para ello, se eliminará la entrada de vehículos a la playa que existe en esta zona trasladándose ésta a la plaza 4-70, y se levantarán vallas más altas.