El caso del concejal jerezano Antonio Saldaña, del Partido Popular, no es por desgracia el único de un cargo público que es denunciado por conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol.

El más reciente, a nivel nacional, es el del hasta hace unos días alcalde de Badalona, Álex Pastor, del PSOE, que dimitió el pasado 22 de abril tras ser detenido por conducir ebrio y enfrentarse a los agentes de la Policía en pleno confinamiento.

A nivel local, tal vez el caso más recordado es el del concejal Joaquín del Valle, de Izquierda Unida, que el 15 de noviembre de 2005 provocó un accidente de tráfico en cadena en la jerezana calle Pedro Alonso, que se saldó con heridas de consideración en una joven de 35 años de edad. 

El test que se le practicó posteriormente a Del Valle en la Jefatura de la Policía Local dio resultado positivo, ya que emitió 0,8 miligramos por litro en aire espirado (el máximo permitido entonces era de 0,25).

Del Valle era en ese momento el único concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento y continuó siendo concejal hasta 2015 tras perder las primarias en su partido. Después de aquel incidente de 2005, del que dijo sentirse muy arrepentido, durante dos convocatorias consecutivas fue el candidato de esta formación a la alcaldía (2007 y 2011).

Alfonso Moscoso.

Otro caso sonado fue el del que entonces y ahora es alcalde de Villaluenga del Rosario. En octubre de 2011, el alcalde de Villaluenga del Rosario y presidente en funciones de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, Alfonso Moscoso, fue multado con 720 euros por conducir en estado de embriaguez.

El dirigente socialista, que también era diputado provincial, triplicó la tasa de alcohol permitida en el test que le fue realizado por agentes de la Policía Local después de estacionar el vehículo que conducía en una calle de Ubrique. El test dio un resultado del 0,80 cuando lo máximo permitido es 0,25 miligramos de alcohol por litro en aire expirado.

Moscoso, que no dimitió y ahora es senador, reconoció los hechos y asumió su culpa: "Es verdad, me equivoqué y asumo mi error. Pero también tengo que decir que conducir en esas condiciones no es habitual en mí y que se están diciendo o se están publicando cosas en internet que son mentiras".

En este caso no se produjo ningún daño a otros vehículos ni a personas. La Guardia Civil había pedido la colaboración de la Policía Local tras recibir la llamada de varios testigos alertando de que el vehículo que conducía Moscoso, antes de acceder a Ubrique, circulaba de manera temeraria entre la carretera que une El Bosque y la localidad ubriqueña. El vehículo no era de su propiedad.

Juan Antonio Blanco.

También en la Sierra se produciría meses después otro caso similar con otro cargo socialista, el delegado provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía en Cádiz, Juan Antonio Blanco. El 16 de abril de 2012, Blanco se anunciaba su dimisión en el cargo tras ser denunciado por triplicar la tasa de alcohol permitida. 

El político dio positivo en un control de alcoholemia tras sufrir un accidente en la noche del Domingo de Ramos en el término municipal de Villamartín. En la primera prueba que se le realizó dio 0,74 y en la segunda, 0,71. El caso alcanzó bastante relevancia porque Blanco conducía el vehículo de una vecina de Villamartín que declaró que el delegado trató de convencerla de que dijera que era ella quien conducía el coche.

La decisión "voluntaria" de dimitir de José Antonio Blanco fue hecha pública por el entonces secretario general del PSOE, Francisco González Cabaña.

El que hasta entonces había ocupado durante doce años un cargo público como delegado regresó a su puesto de administrativo en la Mancomunidad de Municipios de la Sierra.

Ese fue el final de la carrera política de Juan Antonio Blanco, hasta entonces uno de los delegados con mayor proyección en la Junta y en el propio partido.

Francisco Alba.

Otro caso que afecta a un concejal de Izquierda Unida es el de Francisco Alba en Conil. En esta ocasión con reincidencia. Siendo delegado de Urbanismo, Alba tuvo un accidente en julio de 2010 en las proximidades de la localidad conileña al invadir la calzada el coche que conducía y chocar con otro, por fortuna sin daños personales. Se le realizó la prueba de alcoholemia y dio 0,73.

Alba no dimitió y aguantó en el puesto hasta las elecciones de 2011, tras las cuales fue nombrado asesor en el Ayuntamiento de Medina Sidonia, gobernado por IU. En octubre de 2013 cuando, circulando por el término de Chiclana, fue sorprendido cometiendo una infracción leve al volante y se le volvió a practicar a prueba: 0,95. El caso se resolvió mediante juicio rápido que le supuso una multa y ocho meses sin carné de conducir.

En marzo de 2013 se conoció la sentencia por el primero de los casos: Alba fue sentenciado por un delito contra la Seguridad del Tráfico al pago de una multa de cuatro meses a razón de seis euros diarios y la retirada del permiso de conducir durante diez meses.

En junio de 2008, un ex concejal de IU en Chiclana, Andrés José Díaz Galiano, fue detenido por agentes de la Guardia Civil después de que se saltara un control de tráfico, llegando a impactar contra el vehículo de los agentes y dándose a la fuga. Una vez interceptado, se negó a que se le practicara la prueba de alcoholemia. Díaz Galiano había sido número dos de la lista de IU a las municipales. Tras resultar elegido edil en junio de 2007, dimitió del cargo un mes después.

Carlos Bezares.

En noviembre de 2011, Carlos Bezares, concejal socialista de San Roque, presentó su dimisión tras ser condenado por eludir un control de alcoholemia que estaba realizando la Policía Local de este municipio. Bezares abandonó su responsabilidad como delegado del área de Turismo y también su acta de concejal. El PP de San Roque había pedido su dimisión desde que se conocieron los hechos.