El nuevo acuerdo pesquero con Marruecos, un paso más cerca
La comisión de Pesca del Parlamento Europeo da luz verde al tratado, que será votado en el pleno del 10 de diciembre
El nuevo acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos que permitirá a buena parte de la flota gaditana volver a faenar en los caladeros marroquíes está un paso más cerca después de la que la comisión de Pesca del Parlamento Europeo diera ayer su visto bueno a este tratado. Superado este trámite sólo resta que la Eurocámara ratifique este acuerdo en el pleno que celebrará en Estrasburgo (Francia) el próximo 10 de diciembre.
Si este punto del orden del día es aprobado en esa fecha, los pesqueros podrán volver a faenar en aguas marroquíes probablemente a partir del próximo mes de enero, según las previsiones que maneja la Confederación Española de Pesca. De ser así la vuelta a estas aguas se produciría dos años después de que se anulara el acuerdo anterior.
En la Comisión de Pesca de ayer celebrada en Bruselas (Bélgica) la ponencia a favor del acuerdo pesquero con Marruecos corrió a cargo de la europarlamentaria europea del PP Carmen Fraga y la votación final deparó 13 votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones.
El nuevo protocolo con Marruecos contempla 126 licencias para faenar en dicho caladero. De ellas, un centenar será para pesqueros españoles, sobre todo andaluces y canarios, y beneficiará a 700 tripulantes aproximadamente. Además, el nuevo tratado supone un incremento del 33% de las posibilidades de pesca de la flota comunitaria -11 Estados miembros pescan en la zona- con respecto al régimen anterior. A cambio la Unión Europea pagará 40 millones de euros anuales a Marruecos durante los cuatro años de vigencia del acuerdo.
La flota española fue expulsada de las aguas marroquíes inmediatamente después de que en diciembre de 2011 el Parlamento Europeo vetara el acuerdo entonces en vigor al considerar que había carencias en el respeto de los derechos humanos y la legalidad internacional, especialmente en el Sahara Occidental.
El tratado que será expuesto a votación dentro de 13 días, y que terminó de ser consensuado entre las dos partes el pasado julio, deja claro que cualquier incumplimiento por parte de Marruecos de su obligación de respetar los derechos humanos podría entrañar la suspensión del protocolo. La Unión Europea también reclamará al régimen de Rabat que aporte pruebas periódicas de que la población saharaui se beneficia de la ayuda y del empleo que proporciona el nuevo acuerdo.
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