La hostelería de Cádiz cierra un diciembre “bueno, pero no redondo”

El presidente de Horeca Cádiz, Antonio de María, destaca el tirón del puente y del ambiente festivo en Jerez este mes

Multitudinaria zambomba de la Viga en el reducto de la Catedral de Jerez

Multitud de público asiste a una zambomba en Jerez durante el puente. / Miguel Ángel González
Pedro M. Espinosa

31 de diciembre 2025 - 06:01

La hostelería de la provincia de Cádiz ha cerrado el periodo navideño con un balance desigual, marcado por una buena respuesta en fechas concretas como el puente de diciembre y por el empuje de eventos muy localizados —especialmente en Jerez—, pero condicionado por la meteorología adversa y por un consumo más doméstico durante las fiestas centrales. Así lo resume Antonio de María, presidente de Horeca Cádiz, la patronal del sector, que define el mes como “aceptable, aunque lejos de ser redondo”.

Según explica, diciembre arrancó con buenas sensaciones gracias a las tradicionales comidas de empresa, un clásico que sigue funcionando como motor de la hostelería. Sin embargo, el mal tiempo terminó pasando factura a muchos establecimientos, especialmente a aquellos que dependen de espacios al aire libre. “Lo que nos ha fastidiado ha sido el tema de las terrazas. Ha habido muchos días de lluvia y de frío, y eso nos ha perjudicado bastante”, señala.

El puente de diciembre sí dejó mejores números. A pesar de que uno de los días estuvo pasado por agua, la afluencia de público fue notable, impulsada por la iluminación navideña y la programación festiva en las principales ciudades. “Eso siempre mueve la hostelería”, afirma De María, que destaca especialmente el comportamiento del alojamiento turístico durante esos días.

En Cádiz capital, la ocupación hotelera estuvo en torno al 80% durante el puente, un dato que confirma el atractivo de la ciudad en fechas señaladas. No obstante, el presidente de Horeca matiza que ese tirón no se mantuvo durante el resto del mes. “Estas fiestas son del hogar. La gente tiende a quedarse en casa y ahí hay poco meneo en el alojamiento”, explica, apuntando a un patrón de consumo más familiar y menos viajero durante la Navidad propiamente dicha.

Donde el ambiente festivo sí ha funcionado como auténtico imán ha sido en Jerez. La ciudad ha vuelto a consolidarse como uno de los grandes focos de atracción navideña de Andalucía, especialmente los fines de semana. “Jerez ha estado por encima, sin duda. Todos los fines de semana ha habido movimiento”, afirma De María, que subraya la llegada de visitantes de toda España.

Autobuses procedentes de comunidades como el País Vasco, Cataluña, Castilla-La Mancha o incluso Canarias han recalado en la ciudad atraídos por el ambiente de las zambombas y, sobre todo, por el clima festivo que se genera en las calles. “Ya no es solo la zambomba en sí, es el ambiente, la alegría, el folklore. Eso se contagia”, resume el presidente de la patronal hostelera.

En cuanto a la Sierra de Cádiz, De María reconoce que Horeca no tiene un peso tan directo en esa zona, pero considera que, como cada año, habrá funcionado bien en términos de turismo rural. Episodios puntuales de nieve, como los registrados en Grazalema, suelen actuar como reclamo, aunque con una capacidad alojativa limitada. “Ahí el fuerte es la vivienda privada, la chimenea, el fuego. Me imagino que habrá estado a tope, pero no tanto en alojamiento reglado”, apunta.

Más allá del balance de las fiestas, el presidente de Horeca aprovecha para lanzar un mensaje de preocupación de cara al futuro del sector. De María reclama a las administraciones “que paren un poco” en lo que respecta a nuevas regulaciones y subidas de costes que, a su juicio, están asfixiando a las empresas. “Nos están regulando en demasía. Ya no saben ni qué buscar para cambiarlo”, lamenta.

Entre los asuntos que más inquietan al sector menciona el incremento del salario mínimo interprofesional y el impacto que tiene sobre los costes laborales. “La subida la paga la empresa y encima tiene que pagar cerca de 300 euros más en seguridad social. El Estado recauda y al empresario se le complica aún más”, sostiene. A ello se suman las subidas de suministros municipales como el agua, la basura o la electricidad.

De María advierte de que este escenario puede acabar repercutiendo en toda la ciudadanía y no solo en los empresarios. “Si no se cuida a la empresa, al final nos quedamos sin vaca”, afirma gráficamente, alertando de que ya se están produciendo cierres de bares en distintos puntos del país, también en la provincia, por la falta de viabilidad económica.

Otro de los problemas que señala es el aumento de las bajas laborales de larga duración y la falta de control sobre determinadas situaciones. Sin cuestionar el derecho de los trabajadores a la protección de su salud, el presidente de Horeca pide que se extreme la vigilancia para evitar abusos que acaban perjudicando al conjunto del sistema. “Los empresarios pagamos para que nuestros trabajadores estén protegidos, pero si se utiliza de manera torticera, entramos en un terreno muy delicado”, advierte.

Con todo, De María insiste en la necesidad de equilibrio y de un mayor apoyo institucional al tejido empresarial. “Que ayuden y que se queden quietecitos un poco”, resume, apelando a un clima de estabilidad que permita a la hostelería gaditana seguir siendo uno de los motores económicos y sociales de la provincia.

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