Las tres concentraciones celebradas ayer en la provincia de Cádiz reunió a cientos de funcionarios y representantes sindicales descontentos con un "decretazo con más trampas que una película de chinos". Con esta frase tan expresiva definió el responsable de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, José Porras Naranjo, el recorte salarial aprobado por el Gobierno central para todos los trabajadores de las distintas administraciones públicas.

Por eso ayer, el objetivo de los tres sindicatos convocantes (UGT, CCOO y CSIF) era también el de "dignificar" la figura del funcionario. Julián Martín, en nombre de CSIF, también exponía su punto de vista: "Es un orgullo representar a los empleados públicos por su valentía de seguir la huelga, pese a las presiones que han recibido desde el aparato político administrativo. Los funcionarios tenemos que trabajar para comer como el resto de trabajadores y hoy estamos en la calle porque nos hemos sentido agredidos por bandoleros que suben a la Sierra a pedirnos compromisos y después bajan a tocarnos el bolsillo".

Desde CCOO, Antonio Romero precisó que se ha tratado de "criminalizar" al empleado público "al decir que somos unos privilegiados; los privilegiados son los diputados, los alcaldes que se ponen su propio sueldo y que han llevado a muchos ayuntamientos a la ruina; somos los funcionarios los que padecemos a estos políticos, que no nos merecemos. El empleado público es un trabajador más de la sociedad, que sólo presta un servicio al resto de la ciudadanía".

Todos coincidieron en que la protesta de ayer fue un anticipo de una deseada huelga general y que contó en la capital gaditana con la presencia de numerosos comités de empresa y trabajadores de ayuntamientos, del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) o del Sindicato de Estudiantes.

Sí llamó la atención la desmesurada diferencia en los porcentajes de participación, tanto en las concentraciones, como en el seguimiento de la huelga. Así, en Cádiz, mientras que los convocantes hablaban de 2.500 personas, la Policía reflejó la presencia de unas 600. Igualmente, en Algeciras, los sindicatos anotaron la asistencia de 3.000 manifestantes, mientras que la cifra policial estimó 700 personas. En Jerez, CCOO, UGT y CSIF hablaron de 900 personas en la protesta, por 500 de la Policía.

Tanto en Cádiz como en Algeciras, los manifestantes optaron por improvisar una marcha desde el lugar de concentración hasta las sedes de la Subdelegación del Gobierno en ambas ciudades.