La Policía Nacional ha detenido a ocho personas en las provincias de Cádiz y Sevilla por el robo de 20.000 litros de combustible para su posterior venta que obtenían en oleoductos. Según los investigadores, usaban un método que consistía en "picar" oleoductos de terrenos rústicos de difícil acceso que previamente analizaban con detectores de metales en busca de tuberías subterráneas.

El riesgo de deflagración del carburante ponía en peligro tanto la vida de los ladrones como la de los residentes en la zona. Se sumaba a los perjuicios la contaminación ocasionada en la zona debido a las fugas de combustible.

Las investigaciones comenzaron a finales del año pasado cuando los agentes recibieron la denuncia de la extracción fraudulenta de al menos dos mil litros de gasóleo en un oleoducto de El Puerto.

Posteriormente, otra denuncia presentada por el robo de cuatro mil litros en el mismo término municipal permitió a los policías relacionar los hechos y dirigir la investigación hacía un grupo organizado que operaba en las provincias de Sevilla y Cádiz. Los investigadores detectaron así otros dos puntos de extracción. Uno de los lugares en los que picaban se encuentra en la barriada jerezana de El Portal.

El grupo actuaba buscando terrenos rústicos de difícil acceso, donde el oleoducto discurre por fincas abiertas, sin mucho tránsito, con varias entradas para huir rápidamente. La técnica que utilizaban era la del puntazo o picaje, que consiste en la utilización de dos abrazaderas unidas por tornillos alrededor de la tubería; la picaban y colocaban una válvula que unían a una manguera de varios metros con otra de cierre rápido para extraer el carburante y cargarlo en un vehículo de gran capacidad donde alojar garrafas de grandes dimensiones.

El resultado de estas investigaciones ha concluido con la detención de ocho personas, cinco de ellas imputadas por pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, falsedad documental y tenencia ilícita de armas.