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urbanismo
  • Una heladería de dos plantas deshace el trazado tradicional de las casitas de la calle Thompson

  • El Ayuntamiento de Barbate se declara "impotente" ante una obra que tiene el visto bueno de la Junta y de Costas 

Una construcción rompe el perfil típico de una travesía de pescadores en Zahara de los Atunes

Aspecto actual de la calle Thompson en Zahara de los Atunes. Aspecto actual de la calle Thompson en Zahara de los Atunes.

Aspecto actual de la calle Thompson en Zahara de los Atunes. / D.C.

Escrito por

· Pilar Vera

Redactora

Hace ya ocho años, en 2015, moría Matías Guerrero, el último habitante que cultivaba un trabajo propio de la calle Thompson, en Zahara de los Atunes: un tramo que había estado siempre ocupado por casitas bajas propias de pescadores. Sus principales oficios fueron los de cestero y pescador de sardinas, pero le dio tiempo de sobra para ver cómo aquella calle tradicional se llenaba de visitantes británicos y alemanes, con un perfil turístico “proteccionista”, así como de distintos artistas y creadores.

La desaparición de Matías, sin embargo, llevó asociada la primera sorpresa urbanística para los actuales habitantes de la travesía:el anuncio de un proyecto de derribo y construcción en la que fuera su casa, en el número 16 de la vía. En aquel entonces, los vecinos se movilizaron, pidiendo al Ayuntamiento de Barbate la retirada del PGOU y que se declarara la zona como bien de interés etnológico. También recordaban una condición que ha resultado fundamental para que la calle mantenga su naturaleza de cápsula temporal urbanística: el hecho de que entra dentro del área de deslinde del Dominio Público Marítimo Terrestre y del río Cachón: unos veinte metros que cogen prácticamente la totalidad de la casa en cuestión. Pero ya por entonces, apuntan, ni la Junta ni el Gobierno contestaron a los requerimientos de los vecinos. Aquel Plan de Ordenación Urbana nunca llegó a aprobarse por el cambio de gobierno, y la calle se ha mantenido intacta. Hasta ahora.

Plano de la construcción Plano de la construcción

Plano de la construcción / D.C.

“El impacto ha sido –cuenta uno de los vecinos– cuando, al cabo de siete años, vemos que no sólo han empezado la obra, sino que los trabajos ya van por la segunda planta”. Y lo más sorprendente, aseguran, es que el ayuntamiento barbateño se declara “impotente” ante ello, porque “los permisos de obra han llegado con el visto bueno tanto de la Junta como del Gobierno Central, que es de quien depende Demarcación de Costas”. La propuesta ha salido adelante al tener condición de servicio de restauracion, proponiendo poner en marcha una heladería. En teoría, la zona de delimitación costera no permite las viviendas pero sí, establecimientos “efímeros” como pueden ser, en efecto, quioscos y chiringuitos.

Ocurre que, también en el negro sobre blanco de los planos de la nueva finca, se describe una “heladería-vivienda” –cuenta con espacios extra para almacén– . Esto, claro, además del hecho de que la estructura que se está levantando es de todo menos efímera.

“Todos sabemos que eso nunca va a ser una heladería, o lo va a ser durante poco tiempo –sospechan los vecinos–. ¿Por qué, si no, han hecho las habitaciones complementarias hacia arriba? De entrada, ya se han cargado toda la línea de viviendas, es de una incoherencia total, y el espacio que queda es estrechísimo, casi imposible que haya allí un puesto a la calle. Además –continúan–, lo que tememos es que tras este caso se abra la veda”.