Cádiz, última estación del tsunami del tren en España

EL PASEANTE

Los problemas en el sistema ferroviarios son noticias cuando afectan a Madrid, Barcelona o Sevilla. En la Bahía llevamos años de incidencias en este servicio

Faltan Alvia y no hay noticias de la llegada de los nuevo Avril

Los nuevos precios de los trenes de Cercanías en Cádiz desde el 1 de julio

Terminal ferroviaria de Cádiz.
Terminal ferroviaria de Cádiz. / Jesús Marín

Nueva jornada de caos ferroviario por la enésima avería del sistema ferroviario, en Cádiz y en medio país. Otra vez retrasos, en este caso en las líneas de Larga Distancia, con trenes que unen Cádiz con Madrid y Barcelona. Los Alvia con destino o salida de la Bahía de Cádiz acumularon este martes retrasos de hasta dos horas; el Torre del Oro que nos conecta con la capital Condal llegó a la terminal de la Plaza de Sevilla pasada la una de la madrugada.

Escenas de indignación en las grandes estaciones de Santa Justa, en Sevilla, y María Zambrano en Málaga. Centenares de pasajeros a la espera y sin noticias de sus trenes. Peor lo pasaron los que ya estaban viajando y a mitad de recorrido la avería en una catenaria de la línea de Alta Velocidad entre Sevilla y Madrid se quedaron sin energía: trenes parados durante horas, sin información, sin agua, sin atención al pasajero... y algunos vagones (pasó con el Alvia matinal que venía hasta Cádiz) con 44 grados de temperatura.

Quejas de la oposición política. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, denunciaba un "nuevo caos ferroviario. ¿Qué más tiene que pasar para que el ministerio (de Transportes) se dé cuenta de su inoperancia?".

Apuntemos esta queja producto del caos en Sevilla y Málaga. La dejamos a un lado por un momento. Retrocedamos ahora unos meses. Entre que descarrila un tren en el túnel madrileño que une Atocha con Chamartín, que se une en el tiempo con averías varias en la red ferroviaria. Indignación ciudadana. Y política. Lamento, también, del ministro del ramo Óscar Puente. Guardemos también estos episodios.

Cádiz. Cualquier día de cualquier mes de los últimos años. Los usuarios del tren soportan, en el conjunto de la provincia, retrasos considerables en sus viajes ferroviarios. En los Alvia con destino o salida de Madrid. En los Media Distancia de la ruta con Sevilla, Córdoba y Jaén. En la Larga Distancia con Barcelona. E incluso en los Cercanías que unen a la Bahía hasta Jerez y su aeropuerto. Y no hablemos del caos en el Campo de Gibraltar.

Estampas habituales de horarios incumplidos, de quejas, de tiempo perdido, de retrasos a la hora de llegar al trabajo, al médico o a una fiesta. Casos, también, de incomodidades en vagones sin aire acondicionado o aseos estropeados. Todo, además, con una flota de trenes pendientes de reparaciones y, muchos días, escasa en número para atender la demanda, especialmente en Largo y Media Distancia.

Esta es la norma en el sistema ferroviario de Cádiz desde hace unos años. Aquí, el milagro ferroviario español, con un servicio puntual y con medios suficientes, ya pasó a la historia hace años. Incluso el ministro Puente lo dijo en una rueda de prensa. Recordó que un amigo suyo se había lamentado de lo difícil que era encontrar un billete para viajar a Cádiz.

Entonces y a lo largo de estos años, salvo este lamento ministerial (que se quedó en eso, porque todo siguió igual), no hubo palabras de queja de ningún gobierno, no hubo mensajes de solidaridad con el usuario gaditano, no hubo peticiones de mejora (salvo casos muy, muy puntuales) en el servicio. Priman las imágenes de las estaciones de Santa Justa y María Zambrano colapsadas de pasajeros. Es lo que, al final, preocupa e importa.

Cádiz, así, se ha convertido en la última estación de este tsunami ferroviario. Aunque, la realidad es que el descalabro de este sistema de transporte se inició en la Bahía de Cádiz hace unos años. Nadie, más allá de nuestras fronteras, quiso verlo. Nadie se dio cuenta de que lo que aquí pasaba podía repetirse en otros territorios. Claro, estamos en el sur del sur. Demasiado lejos del resto del mundo.

Y aquí estamos. Con nuevos problemas en el Alvia este miércoles (ya no por un problema técnico, sino por una falta de personal). Recuperan un cuarto viaje a Madrid pero solo para unos días durante buena parte del año; no hay suficientes Alvia para renovar la flota ni perspectivas a corto plazo para la llegada de los Avril. Y, ya puestos, a saber si los trenes low-cost llegarán algún día a la Bahía. Pero, bueno, no pasa nada.

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