El crecimiento de contagios por coronavirus debido a la variante ómicron se está dejando notar con especial fuerza entre los grupos de edad más jóvenes de la provincia.

Destaca el colectivo entre 5 y 11 años de edad, cuya tasa de incidencia está ya muy por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes. Se ha disparado en los últimos días y este jueves estaba en 714, la mayor de todos los grupos de edad en la provincia. Este grupo acaba de iniciar el proceso de puesta de la primera dosis de la vacuna con el Covid, por lo que la mayor parte del mismo sigue directamente expuesto al contagio.

También es notable la incidencia, por encima de 500 casos, entre los jóvenes que van de 20 a 29 años: está en 699,7; disminuye entre 0 y 4 años, con una tasa de 383,7 casos por 100.000 habitantes, aunque para este grupo aún no está prevista la vacuna. En mejor posición están los comprendidos entre 12 y 19 años, con poco más de 297 casos de incidencia

El ritmo de vacunación varía según la edad. Destaca el elevado porcentaje, 92,3% del total, que ha alcanzado ya el grupo entre 12 y 19 años, a pesar de ser el último en iniciar este proceso hace unos meses, antes de los pequeños de la casa; menores de 11 años se han puesto algo más de 2.500 dosis lo que supone el 2,7% del total. En cuanto a los jóvenes entre 20 y 29 años, el porcentaje llega a 83,4, casi un punto menos que la media provincial.

La mayor parte de este grupo de población se encuentra en plena formación educativa, desde los más pequeños que están en educación infantil hasta los que están terminando sus estudios universitarios.

Todos acaban de iniciar las vacaciones de Navidad y Reyes en plena expansión de la pandemia. La gran duda es si podrán volver a sus aulas tras la finalización de las mismas el 10 de enero.

Ya se han dado casos de padres y madres que han evitado llevar a sus hijos más pequeños estos días, adelantando el inicio de las vacaciones, ante el temor a un contagio en clase.

Nada hace suponer que los contagios vayan a bajar en los próximos días. Todo lo contrario: la tendencia es al alza por lo que todo hace suponer que el 10 de enero o todo sigue igual que ahora o, incluso ha empeorado la situación sanitaria.

Ante esto no hay que descartar que se tomen medidas drásticas que eviten una proliferación de la pandemia en los centros educativos. Estas pueden ser desde el cierre de las aulas y el retorno a la actividad escolar desde casa, como pasó en los meses del confinamiento, a un retorno limitado de determinados cursos y edades. 

En todo caso, en la Universidad se prevé que el consejo de rectores tome una decisión sobre la vuelta o no a las clases en los próximos días. Todo hace indicar que volverá la enseña vía internet, para lo que será necesario refrescar los planes que la Universidad de Cádiz ya puso en marcha al inicio de la pandemia.

La UCA, si finalmente sale adelante esta propuesta, tendrá que definir cómo se ejecutará y si se mantendrán las clases presenciales en lo referido a las prácticas y laboratorios.

En el caso de los menores, si finalmente se tienen que quedar en casa, ello supondrá que sus progenitores tendrán que reordenar sus turnos de trabajo para quedarse en sus domicilios.