Villaluenga, un pueblo apto para todos los públicos
Buscando soluciones a la despoblación en el mundo rural
La localidad más pequeña de la provincia de Cádiz mantiene su apuesta por intentar fijar la población al territorio construyendo al mismo tiempo una residencia para mayores y una guardería municipal
El centro asistencial para la tercera edad tiene un presupuesto de cinco millones de euros, de los que el Ayuntamiento ya ha pagado la mitad, y contará con 50 plazas para residentes
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Villaluenga del Rosario/¿Cómo se logra frenar la despoblación en el mundo rural? ¿Qué se puede hacer para impedir que los vecinos, y en especial los jóvenes, abandonen cada vez en mayor número los pueblos en los que se criaron en busca de una mejor vida en las grandes ciudades? Los alcaldes y los gobiernos de estas localidades no paran de darle vueltas a la cabeza para intentar frenar esta sangría demográfica que, en caso de prolongarse, hasta podría poner en peligro la supervivencia de algunas de estas poblaciones.
Esta preocupación también existe en Villaluenga del Rosario, el pueblo más pequeño de la provincia de Cádiz. Y su alcalde, Alfonso Moscoso, basándose en su experiencia de casi 25 años como primera autoridad municipal, decidió un buen día que ya estaba bien de lamentarse, que había que tirar de imaginación y que por intentarlo no iba a quedar. Y de ahí surgió hace ya cuatro años el que bautizó como el Plan Impulsa 2027, una apuesta ambiciosa que ya empieza a mostrar sus primeros frutos.
La frase en sí ya impacta: Villaluenga, con una población que no llega a los 500 habitantes, está construyendo al mismo tiempo una residencia para mayores y una guardería. Casi nada. Y aún queda una tercera pata de este proyecto de futuro que se acometerá cuando las arcas municipales lo permitan, como es la construcción de diez viviendas municipales, una cifra irrisoria para cualquier ciudad pero que en la localidad payoya supondría toda una revolución.
Esto es un proyecto que está encadenado, explica Alfonso Moscoso. Y lo resume así: "La residencia generará medio centenar de puestos de trabajo, y confiemos en que esas familias que vengan a trabajar apuesten por quedarse a vivir en Villaluenga y que vengan con niños o que los tengan aquí. De ahí la idea de construir viviendas y la guardería, porque, aunque sea en menor medida, en los pueblos la gente demanda los mismos servicios que hay en las ciudades".
La piedra angular de este ambicioso Plan Impulsa 2027 es la residencia para personas mayores, un proyecto que supondrá una inversión total de cinco millones de euros, una cantidad que en principio parecía prohibitiva para un municipio cuyo presupuesto anual es de apenas un millón de euros.
Para hacer frente a este coste tan elevado Moscoso se puso a buscar todas las ayudas posibles, vinieran de donde vinieran, y decidió meter en esta construcción toda la inversión extraordinaria que llegara, llámese el PER, los Planes Provinciales, Dipuinver, la subvención nominativa de cada año, etc.
La estrategia de momento parece que no va mal por cuanto el Ayuntamiento villalonguense ya ha pagado la mitad del coste de la obra, unos 2,5 millones de euros. Y la idea es que este año se pueda invertir otro medio millón, a la espera de que la Diputación concrete su Plan de Inversiones para este 2024.
Este centro asistencial sociosanitario para personas mayores, cuya estructura ya es claramente visible, no tiene nada que envidiarle a cualquiera de los que pueden funcionar en las grandes ciudades. Así al menos lo dicen las cifras, porque esta residencia tendrá una superficie total de 4.000 metros cuadrados –sumando sus dos plantas y un sótano– y contará con 50 habitaciones para residentes, todas individuales y con una ventana desde la que se puede divisar el paisaje único que rodea a Villaluenga.
Todas las habitaciones irán ubicadas en la segunda planta del edificio, que destaca por su luminosidad y por su amplia terraza. La planta baja queda reservada para los diferentes servicios que estarán a disposición de los residentes como, por ejemplo, consulta del médico, sala de fisioterapia, gimnasio, peluquería, comedor, talleres, etc. También habrá un mesón que estará abierto a los familiares de los residentes y al público en general y cuya cocina será la misma de la residencia.
La atención integral será de 24 horas y ha sido concebido como un centro de ámbito comarcal pero, lógicamente, con prioridad para la población de Villaluenga. En este sentido, el alcalde explica que el 30% de la población local tiene más de 65 años y que el objetivo prioritario que se persigue es "mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos pero también alargar su esperanza de vida, porque es evidente que todos estarán más contentos si pueden estar bien cuidados y además en su pueblo". En este sentido, Moscoso recuerda que actualmente hay diez vecinos repartidos por residencias para mayores de Ubrique, Arcos y Jerez "y ojalá lográramos que pudieran volver a Villaluenga", confiesa.
La construcción de la futura residencia está ya bastante avanzada. Se ubica en la zona del Parque de la Albarrada, junto a la rotonda dedicada al queso que se inauguró hace dos años en uno de los cuatro accesos al pueblo. Al lado de este centro asistencial se ubica la piscina municipal, un equipamiento que el Ayuntamiento cederá a la residencia cuando dentro de unos años se pueda construir otra en otro punto del municipio.
Cuando la residencia esté construida y operativa la idea es que sea gestionada por una empresa privada pero con el concierto del cien por cien de las plazas por parte de la Junta de Andalucía. No obstante, la Administración andaluza no dará su visto bueno al concierto hasta que la obra esté culminada.
Los cálculos actuales apuntan a que el gasto de un residente en este centro asistencial sería de unos 1.500 euros al mes, aunque sólo tendrían que poner de su bolsillo el 25% de su pensión, es decir, unos 200 euros para los vecinos que cobran la pensión del servicio agrícola, que actualmente es de unos 800 euros y que es el más generalizado en esta y en otras localidades de la Sierra. Pero eso será cuando esté el concierto con la Junta esté firmado y ratificado. Antes de ello no se descarta que en sus primeros meses de funcionamiento el centro sea privado.
El objetivo de Alfonso Moscoso es que esta residencia sea una realidad en el año 2027. Mucho antes entrará en funcionamiento la segunda pata de este Plan Impulsa, que es la guardería municipal.
Desde hace 12 años Villaluenga cuenta con una sala dentro de un edificio municipal que hace las funciones de guardería. Allí trabaja actualmente una monitora que está al cargo de cinco niños. Pero como se cree que vendrán más familias cuando empiece a funcionar la residencia, de ahí que se haya proyectado una nueva guardería.
El edificio ya está construido, a falta sólo de que llegue el equipamiento y de que el Ayuntamiento recepcione la obra, ubicada al lado de la histórica y singular Plaza de Toros de Villaluenga.
La nueva guardería ha costado 350.000 euros provenientes del Plan Invierte y se ha levantado en una parcela municipal de 350 metros cuadrados. En la planta superior el Ayuntamiento tiene pensado habilitar un gimnasio municipal. La guardería en sí irá en la planta baja, con un aula reservada para las cunas y tres más para tener separados a los niños de uno, dos y tres años, además de una terraza a la que hay que instalarle aún la necesaria valla protectora.
La obra ha durado un año y su complejidad y alto coste han venido dados por la necesidad de excavar la roca caliza en la finca municipal en la que se ha levantado el edificio y por tener que hacer frente también a la orografía, la altura y el desnivel del terreno.
La guardería será totalmente gratuita, funcionará desde las 08 a las 14 horas y el objetivo es que sirva para ayudar a la conciliación de las familias del pueblo pero también de localidades cercanas. La apertura de la nueva guardería es inminente y se da por hecho que ya estará operativa para el nuevo curso escolar 2024-2025.
Finalmente está proyectada la construcción a partir del año que viene de diez viviendas que serán o de alquiler o en propiedad pero a un precio asequible, dependiendo de las preferencias de la demanda.
La residencia busca mejorar la calidad de vida de los mayores, la guardería se ha planteado para atender mejor a los más pequeños y para ayudar a la conciliación laboral, y las viviendas van dirigidas a los jóvenes. Es decir, que Villaluenga se confirma como un pueblo apto para todos los públicos, porque se cubren las necesidades esenciales de casi todas las franjas de edad de la población.
"La idea es crear más servicios para que el pueblo sea más atractivo" y, de paso, intentar fijar la población al territorio para combatir la despoblación, afirma el alcalde. En pocos años se deberían ir viendo los primeros resultados.
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