Varios vecinos de la calle Thompson de Zahara de los Atunes han presentado un escrito en el Ayuntamiento de Barbate en el que solicitan que sea decretada la suspensión cautelar de licencias de derribo o de obra mayor que afecten a la estructura de un grupo de antiguas viviendas de pescadores ubicado en el lado derecho de esa vía. El nuevo PGOU de Barbate protege esas casas por su valor etnológico pero el gobierno municipal que preside el andalucista Miguel Molina ha anunciado que no continuará tramitando ese plan, que fue aprobado en un pleno el pasado abril, antes de las elecciones municipales, con los único votos del PSOE.

El PA se opone al nuevo PGOU porque considera que propone un modelo urbanístico expansivo e insostenible. Paradójicamente, frenar ese plan supone dejar sin protección a las históricas casas de la calle Thompson, ya que el que está en vigor permite construir dos alturas en esa zona. Algunos vecinos de la calle se han movilizado para tratar de salvar las antiguas viviendas de pescadores y han propuesto al Ayuntamiento que inicie un procedimiento de modificación puntual del actual PGOU, de manera que las casas de la acera derecha (los números pares) formen parte del catálogo de bienes protegidos por su valor etnológico e histórico.

Los vecinos solicitan al Ayuntamiento de Barbate que mientras culmina ese procedimiento, decrete la suspensión cautelar de toda licencia de obra mayor o de derribo que afecte a la estructura de las casas, especialmente a las fachadas y cubiertas.

También plantean que, "en todo caso, se tenga en cuenta la situación de estas casas dentro de la servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPTM), que impide al Ayuntamiento autorizar obras sin la preceptiva autorización de la Junta de Andalucía e incumpliendo los usos previstos en la legislación de Costas".

Según explican los vecinos en su escrito, han consultado el mapa del Ministerio de Medio Ambiente y han comprobado que el grupo de antiguas viviendas de pescadores de la calle Thompson "queda íntegro" dentro de la zona de servidumbre de protección del DPTM.

Lo que alarmó a los vecinos de Zahara de los Atunes que quieren conservar las casas de la calle Thompson fue saber de la existencia de un proyecto que prevé derribar una de las viviendas de una planta y construir otra de dos. Algunos explican que "las triquiñuelas" hacen que esas teóricas dos alturas se vuelvan cuatro: un sótano se convierte en un bajo y un castillete se transforma en un amplio ático.

El grupo de antiguas viviendas de pescadores en pleno centro de Zahara de los Atunes sobrevivió años atrás al vendaval constructor que expandió los límites del pueblo y cambió su fisonomía. Algunos achacan esa resistencia a la presencia continuada de vecinos autóctonos que con su autoridad emblemática velaron por la conservación.