Hace casi tres meses lo hicieron las primeras once. Esta misma semana se han sumado otras 35. Cerca de 50 familias necesitadas de Sanlúcar han ocupado tres promociones privadas de viviendas sin estrenar que llevan entre cinco y ocho años cerradas y "en manos de los bancos" como consecuencia de la crisis. Han decidido hacer pública su "angustiosa" situación porque reclaman poder disponer de luz y agua en estos inmuebles para seguir residiendo en los mismos a cambio de un "alquiler social" que puedan pagar.

Las once familias que tomaron la iniciativa en primer lugar ocupan un edificio al que llaman Corrala Bonanza y que se encuentra a pocos metros de la parroquia de este conocido barrio marinero de la ciudad. Dos pancartas colocadas en el inmueble exhiben su reivindicación de "una vivienda digna".

Las otras dos promociones de pisos ocupados se encuentran en la zona del Barrio Alto de Sanlúcar. En la plaza Luis Jaramillo Barrios son 20 las familias que se han unido para reivindicar lo que consideran que es justo. No muy lejos de allí, en la calle Higuereta, 15 familias han ocupado sendos edificios de una misma promoción cuyo garaje está anegado. 

El estado de "abandono" de los inmuebles elegidos por estas familias se pone de manifiesto, según aseguran los propios ocupantes, en los "robos" que han registrado. Todos coinciden en señalar que cuando accedieron a las viviendas se toparon con la falta de inodoros, lavabos, bidés, platos de ducha, ventanas, grifos e incluso interruptores de luz. "Aquí se metían los enganchados". Esta frase se repite en los tres casos. 

También hay coincidencia a la hora de valorar la intervención de la Policía Nacional, que ha actuado para "identificar" a los ocupantes y comunicar las correspondientes "advertencias". Sólo en la Corrala Bonanza el promotor se puso en contacto con las familias, lo que les sirvió para conocer más o menos la situación de este inmueble que tiene actualmente como propietario a un banco. Ni en Bonanza ni en el Barrio Alto han recibido comunicación de ninguna entidad financiera ante las ocupaciones consumadas. 

Estos vecinos desahuciados o que no podían hacer frente al pago del alquiler en sus anteriores hogares han recibido la visita de responsables de IU, el PA, Podemos y el SAT, según cuentan, para expresarles su apoyo. Son parados que, como mucho, cobran la conocida ayuda de los poco más de 400 euros. Aseveran que el respaldo del Ayuntamiento, Cáritas y la Asociación de Mujeres Solidarias se les queda corto. 

El 26 de junio, cuando aún no se había producido la ocupación en las viviendas del Barrio Alto pero ya se habían manifestado las familias de la Corrala Bonanza, los andalucistas llevaron al Pleno del Ayuntamiento una propuesta que salió adelante por unanimidad. En concreto, la Corporación dio luz verde a la elaboración de "un censo local de todas las promociones de viviendas vacías que tienen los bancos por embargos a fin de que el Consistorio y la Junta de Andalucía negocien con estas entidades su uso a través de un alquiler social". Además, a instancias del Gobierno local PSOE-CIS, el acuerdo plenario incluyó poner a disposición de la Administración autonómica terrenos municipales para la construcción de viviendas sociales. 

El Pleno también tomó nota de la demanda de luz y agua con alquiler social en los casos que tiene sobre la mesa. Las familias abandonaron la sesión plenaria aguardando esta "solución". Aún siguen esperando. Y ahora son muchas más.