Roban un todoterreno con pienso y dos ovejas para canjearlos por droga

En tiempos de crisis, el trueque parece ser una buena solución. También entre los delincuentes. Al menos esa es la hipótesis que baraja la Guardia Civil a la hora de esclarecer un suceso ocurrido el pasado fin de semana. La rocambolesca historia comienza en torno a las tres de la madrugada del pasado sábado en Alcalá de los Gazules. Una patrulla de guardia da el alto a un todoterreno con remolque marca Mitsubishi que circulaba por una de las vías de servicio de la autovía A-381 Jerez-Los Barrios. El coche se para cerca de la Venta de Los Gallos, una zona donde suele venderse droga. Antes de que los agentes les pidan la documentación, uno de los ocupantes del cuatro por cuatro baja rápidamente del coche y se da a la fuga. El otro permanece al volante.

La huida refuerza la posibilidad de que en el remolque pueda haber droga. Pero cuando lo inspeccionan, lo único que encuentran es un montón de sacos de pienso compuesto para animales. Una vez abiertos, ni rastro de hachís ni de nada que se le parezca. Pero no iba a ser la única sorpresa. Algo se mueve dentro del todoterreno. Podría ser un tercer ocupante. No. Son dos ovejas convenientemente atadas en la parte trasera del coche. En realidad, una oveja y un borrego semental, como vino a precisar al día siguiente un pastor de Alcalá de los Gazules que documentó debidamente ser el propietario.

Vecino de Benalup-Casas Viejas como el huido, el conductor fue identificado como J.A.V.P., de 27 años, y detenido previa imputación de un delito de robo. De los ovinos, porque no constaba denuncia alguna de la sustracción de ningún todoterreno. Como el vehículo, las dos ovejas quedaron en depósito en el cuartel de la Guardia Civil hasta que apareció su dueño.

Hilando cabos, la Guardia Civil pudo determinar al fin que el mitsubshi pertenecía al dueño de una pajarería, tienda de animales y productos agrarios de Benalup. Y sospechan que los dos benalupenses robaron presuntamente el coche, que pensaron cambiar los casi 700 kilos de pienso por unos gramos de lo que fuese. Y que, viendo que podía parecer poco, camino de Alcalá, divisaron a las dos ovejas, las metieron en el vehículo y decidieron añadirlas como precio de lo que supuestamente querían comprar. Quizá porque sabían que su proveedor iba a valorar los animales.