"Podemos estar orgullosos de un Ejército adaptado a nuestra sociedad"

Tras veintitrés destinos a lo largo de su carrera profesional en la Armada, Francisco Javier Franco Suanzes (Madrid, 1953), desembarcó el pasado verano en Rota como Almirante de la Flota (AlFlot) en sustitución de Santiago Bolíbar. Desde que ingresó en la Escuela Naval Militar en 1972, este experto en la conocida como 'guerra electrónica' ha estado embarcado en destructores, dragaminas, corbetas, fragatas y patrulleros. Dirigió la División de Operaciones, donde se encontraba encuadrado el desaparecido portaaviones Príncipe de Asturias, cuando fue ascendido a Contralmirante. Como vicealmirante ha dirigido el Mando Naval de Canarias y la Fuerza de Acción Marítima. Ha sido número dos del Estado Mayor de la Armada hasta que fue nombrado para su actual cargo.

-Es de familia de marinos, pero madrileño, de tierra adentro.

-Sí, la vinculación de mi familia por vía paterna con la Armada se pierde en la noche de los tiempos. De hecho, los orígenes de mi familia vienen de Puerto Real. Éramos diez hermanos. Mi padre, que cambiaba continuamente de destino, quería un lugar equidistante para asentarnos por la dificultad de mover de residencia a una familia tan extensa. Por eso soy de Madrid, aunque podría decir que soy de muchos sitios. A lo largo de mi carrera he tenido veintitrés traslados y la ciudad donde más tiempo he vivido ha sido El Puerto de Santa María.

-Usted ha estado embarcado en dragaminas, fragatas, corbetas... De su larga trayectoria, ¿qué tiempo recuerda con más cariño?

Yo he sido un oficial de superficie, lo que quiere decir que me he pasado media vida embarcado. Es algo de lo que he disfrutado mucho, pero si tengo que hablar del destino más gratificante que he tenido me tengo que referir a uno en tierra, cuando fui director de la Escuela Naval.

-Le gusta la docencia.

Sí, y la responsabilidad de formar a los futuros oficiales, de insuflarles la vocación, es algo verdaderamente bonito.

-Usted se especializó en electrónica. En guerra electrónica. Pensábamos que en el siglo XXI las guerras serían electrónicas y ya ve.

Más que electrónicas, cibernéticas. Efectué la especialidad en electrónica porque era un área que me llamaba mucho la atención. Se trabajaba en toda la información de radares y sensores. Lo que prima en la actualidad es la ciberdefensa, en lo que a las Fuerzas Armadas Españolas, se trabaja mucho y bien. Como en cualquier actividad actual, la cibernética es un aspecto sumamente importante de nuestro trabajo.

-Qué distinto el Ejército en el que usted entró y el de ahora.

-Ha habido cambios muy sustanciales en todos los aspectos. Por su puesto de material, pero, principalmente, de mentalidad. Nuevas ideas, nuevos impulsos. Yo entré en un Ejército de reemplazos y ahora es un Ejército profesional, con todo lo que eso conlleva. Creo que podemos estar orgullosos de un Ejército totalmente adaptado a nuestra sociedad.

-Lo mismo le digo de la Base de Rota. Hace unos años languidecía y ahora el escudo antimisiles ha sido un revulsivo.

-Se ha potenciado muchísimo. Se ha modificado en capacidad en lo que se refiere a muelles y número de unidades. La llegada de los cuatro destructores estadounidenses para formar el escudo ha supuesto todo un impulso.

-Supongo que se mantienen relaciones fluidas con nuestros aliados americanos en Rota.

-Indudablemente, como no podía ser de otra manera. Existen múltiples intercambios y ya sea en el puerto o en la mar se trabaja conjuntamente en los despliegues.

-¿Rota está llamada a tener un papel importante en el avispero sirio?

-La Base es de una gran importancia logística. Cumple el papel que cumple en el Mediterráneo.

-¿Y el papel del Ejército español?

-No tenemos nada encomendado en Siria. En la lucha contra el estado Islámico, estamos trabajando el adiestramiento del ejército iraquí, donde la Armada solo interviene con personal de Guerra Naval especial.

-¿Conoce al embajador americano?

-Sí, teníamos previsto su presencia en la Base hace poco, pero no pudo venir. Sí, le conozco, un hombre muy sociable. El anterior Almirante, Santiago Bolíbar, trabó buena amistad con él.

-Supongo que la población civil está satisfecha con ustedes y con ese nuevo impulso de la Base.

-Sólo tiene usted que hablar con los alcaldes de la Bahía. Las relaciones son magníficas con todos los ayuntamientos, que saben de la importancia de la presencia americana en todos los niveles. Figúrese la riqueza que supone para estas localidades aunque sólo sea en alquileres o en comercio local... Son 1.500 marinos con sus familias. Además, hay está el acuerdo con Navantia para el mantenimiento de la flota, con lo que supone de carga de trabajo...

-Las anuales marchas de protesta a la Base no le preocuparán demasiado...

-En número cada vez son menores. Son marchas testimoniales, la mayoría de la población conoce los beneficios de la Base.

-En Barbate es donde la población no está tan contenta. El pueblo quisiera recuperar El Retín. ¿Sabe algo en se sentido?

-Lo único que puedo decir es que El Retín es una Zona de Interés Nacional para la Defensa. La calificación habla por sí misma.

-¿Qué objetivo se ha marcado en su tarea?

-Yo tengo una doble gorra. Por un lado, el adiestramiento de la Fuerza para ponerla a disposición de los Mandos de las estructuras conjuntas. Por otro, soy responsable de las operaciones de seguridad marítima, lo que abarca desde la defensa del patrimonio arqueológico, control de actividades ilícitas, contraterrorismo, protección de infraestructuras críticas, tráfico ilegal de personas, etc. Mi tarea es que todo eso funcione.

-Hay varias agencias que trabajan en el mundo marítimo. Hablamos de Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Vigilancia Aduanera... ¿Se coordinan bien?

-Sí, existen acuerdos entre las agencias y se ha creado el Consejo Nacional de Seguridad Marítima, que nosotros lideramos en estos momentos, donde se sientan todos los departamentos afectados con todo lo relacionado con las actividades en el mar. Yo creo que es un organismo que está funcionando muy bien.

-Y aparte es el gerente, por llamarlo de alguna manera, de la mayor empresa de la provincia. Hablamos de 11.500 empleados.

-Sí, se podría observar como una empresa donde nuestra principal preocupación es la motivación de nuestro personal.

-No se aburre entonces.

-No, no tengo tiempo de aburrirme. Siempre hay trabajo.

-Su antecesor sí que tuvo que bregar con el malestar laboral por la falta de trabajo. Me estoy refiriendo a empresas externas que trabajaban para la Armada y el propio personal civil de la Base, que vio cómo se recortaba plantilla.

-Los recortes presupuestarios que sufrimos durante la crisis fueron duros, como lo fueron para el resto de la sociedad. Era inevitable que afectara al empleo, pero ahora está estabilizándose la situación presupuestaria, de las unidades en la mar, aunque nos quedan parcelas que están por mejorar. Intentaremos que sea así poco a poco.

-Por cierto, ¿conoce a Julio Rodríguez, el general de Podemos?

-Le conozco, pero no en el trato personal. Alguna vez he coincidido con él.

-Y...

-No siga, no hablo de política.