Navantia deriva trabajo a Ferrol para no retrasar más los petroleros

Navantia confirmó ayer que trasladará a su factoría de Ferrol parte de la carga de trabajo del segundo de los cuatro petroleros tipo Suezmax contratados para el armador vasco Ondimar, que en principio estaba destinada a la factoría de Puerto Real. La empresa justifica su decisión en la necesidad de cumplir con los plazos previstos, una cuestión de la máxima importancia para la compañía ya que, de no cumplirlos, afirma, pondría en riesgo su futuro.

Ya en la firma del contrato de los petroleros se acordó que parte del trabajo fuera para Ferrol, pero eran la proa y el guardacalor (otra parte de la proa) "y no el bloque de mecánica, que es la parte que más empleo genera y más mano de obra necesita", según denunció el presidente del comité de empresa, Antonio Noira.

La compañía admite el traslado de un megabloque a Ferrol, pero argumenta que tan sólo supone el 5% del material. Insiste en que este procedimiento es habitual en la empresa y se recurre a él cuando hay necesidad de cumplir el calendario. "El cumplimiento de los plazos contractuales es de la máxima importancia para nuestro cliente -señalan desde la empresa-; ha tomado una decisión arriesgada contratando con nosotros estos barcos para fletadores nacionales y no podemos fallarle". Navantia añade que está utilizando el contrato como relanzamiento de la empresa en la industria naval civil. "Un retraso en la entrega tendría un efecto, nacional e internacional, muy negativo para nuestras aspiraciones futuras", incide.

El retraso acumulado, se afirma desde Navantia, es de varias semanas, por lo que se ha puesto en marcha un plan para recuperar el tiempo perdido y evitar que se pueda ver afectada la construcción del segundo buque de los cuatro que están previstos.