Morenés envía un mensaje al gobierno "amigo" de Hugo Chávez

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, calificó ayer de "gran amigo" al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y defendió la venta de material militar al país sudamericano. Morenés realizó esta afirmación en el pleno del Congreso durante el debate de una interpelación con el portavoz de Izquierda Plural, José Luis Centella, sobre los planes del Ministerio de Defensa para los próximos años y las misiones españolas en el exterior.

Durante el debate, Centella censuró la "pérdida de soberanía" a la que está sometida España y puso como ejemplo el veto de Estados Unidos a la venta de material a Venezuela, por considerarlo sospechoso de dar amparo a grupos terroristas.

"Venezuela no es precisamente muy amigo de los Estados Unidos y cuyo presidente, por cierto, insulta un día sí y otro no al presidente de Estados Unidos, que es un gran amigo nuestro, como también lo es el presidente de Venezuela", respondió el ministro.

En este marco, Morenés reconoció que Estados Unidos no permite la venta a Venezuela de materiales que contengan productos fabricados por su país. Sin embargo, aseguró que España mantiene sus relaciones con el país y desveló que una delegación de Navantia se encuentra estos días en Caracas para intentar vender nuevos productos al Gobierno de Chávez. "Respetemos la soberanía de los demás si queremos que se respete la nuestra", pidió a la vez que defendió la presencia de España en la OTAN.

Casi al mismo tiempo que el ministro pronunciaba estas palabras, el comité de empresa y los delegados sindicales de la factoría de Navantia Puerto Real protagonizaban otro acto de "llamada de atención a la ciudadanía". Desde las siete de la mañana y hasta las diez, permanecieron con dos pancartas en la pasarela peatonal sobre la autovía CA-35 (Puerto Real-Cádiz) que une el Río San Pedro y el polígono El Trocadero.

Allí, el presidente del comité, Ramón Linares, aseguró que "no queremos molestar a la ciudadanía, por lo que hemos decidido que se nos vea, que siga sonando nuestro mensaje de que no tenemos pedidos y no tenemos trabajo, lo que repercute directamente en miles de empleos".

Linares añadió que con esta protesta y con las que tienen previstas hasta final de mes quieren "recordar a los políticos y al Gobierno que el tiempo va pasando, y la incertidumbre y el nerviosismo se van instalando en la plantilla". Por ello, consideran que es "urgente" ir concretando carga de trabajo, advirtiendo que retomarán las movilizaciones si a la vuelta de vacaciones en septiembre no hay alguna novedad.