"Ha sido un buen verano, con todos los días llenos, influido por el turismo nacional"

Juan López Muñoz | Gerente de Casa Miguel de San Fernando

Juan López Muñoz, en el patio interior del restaurante Casa Miguel.
Juan López Muñoz, en el patio interior del restaurante Casa Miguel. / Sonia Ramos

Los hermanos Juan, Antonio y Miguel Ángel regentan en San Fernando el restaurante Casa Miguel, un negocio familiar heredado de sus padres que ha sabido reinventarse, ante las consecuencias de la pandemia, con la puesta en marcha de un servicio a domicilio, "aunque ha bajado estos meses de verano, porque la gente sale más a la calle", matiza Juan. Ese disfrute de la temporada estival, especialmente llamativa en la provincia, también se ha percibido en este establecimiento al que le ha ido muy bien. "Ha influido mucho el turismo nacional. Gente del norte, catalanes, de Extremadura, de Madrid. Mucha gente nueva", reconoce.

Casa Miguel tiene unas instalaciones amplias, con un patio interior envidiable y un salón grande, "una suerte", en palabras de Juan, que recuerda que no todos los hosteleros tienen terrazas o aforos tan grandes en interior. Esta ventaja traducida en números supone que diariamente han podido dar servicio a unos 150 comensales, cuando con su capacidad total podrían haber llegado a 200.

"La terraza, el patio interior, ha estado al 100% y el salón quedó al 75%. Y hemos estado completos entre semana y los fines de semana, día a día", detalla sobre este buen verano en el que han contado con clientela local y muchos visitantes, que reservaban hasta con tres días de antelación, algo que no era habitual antes de la pandemia. "Estaban satisfechos por las medidas de higiene y seguridad que hemos aplicado. Han salido muy contentos, y estos seguros de que van a repetir otros veranos", comenta López Muñoz.

"Con respecto al año pasado la diferencia ha sido exagerada, a pesar de las restricciones como el número máximo de personas juntas por mesa, terminar de servir a las doce o el aforo interior reducido", deja claro. En esos buenos datos ha influido "la playa que tenemos, la buena campaña de vacunación y el tiempo, porque la tónica ha sido que ha habido buenos días. Notamos cuando es año de levante, y este verano apenas ha habido dos o tres días de viento, y desde luego que eso nos beneficia. No sé si la gente mira el tiempo con antelación, pero se nota que hay más visitantes con estas condiciones".

A eso añade el trabajo constante de la Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur) a la que pertenece, que no ha parado también este verano de poner en marcha iniciativas, "como todo el año". "Incluso que todos los hosteleros hayamos ido de la mano", comenta y se acuerda de los compañeros del ocio nocturno que siguen sin recuperarse.

Juan López Muñoz.

Negocio familiar

En nuestro caso ha estado bastante bien. Tenemos la suerte de tener una terraza grande y un salón grande. Hay compañeros sin terraza o tanta amplitud interior para tener un buen aforo y no lo han pasado bien.

Para coger mesa los clientes tenían que llamar con tres días de antelación, algo que no era habitual antes cuando hacían reserva. El turismo nacional ha influido en esto. Se ha visto gente de la ciudad, pero también de fuera, gente nueva. Del norte, catalanes, de Extremadura, de Madrid. Estaban satisfechos por las medidas de higiene y seguridad que hemos aplicado. Han salido muy contentos, y estos seguros de que van a repetir otros veranos.

Con respecto al año pasado la diferencia es exagerada, a pesar de las restricciones: número máximo de personas juntas por mesa, terminar de servir a las doce, aforo interior. El aumento del horario ya ha llegado cuando todo el mundo ha vuelto a la rutina, ha terminado sus vacaciones, prácticamente.

Ha influido en los buenos resultados en cómo se ha desarrollado el verano la playa que tenemos, la buena campaña de vacunación e incluso el tiempo, porque ha habido buenos días. Notamos cuando es año de levante, este año apenas ha habido dos o tres días, y desde luego que eso nos beneficia. No sé si la gente mira el tiempo con antelación, pero se nota que cuando hay más visitantes. También Asihtur no ha parado de poner en marcha propuestas, como todo el año, y eso nos ayuda. Siempre está reinventándose. Incluso que todos los hosteleros hayamos ido de la mano.

Poco han cambiado los hábitos, somos de comer y cenar tarde. Habíamos pensado y lo tenemos planeado para el año que viene dar dos turnos de cena, pero la gente es reticente a sentarse temprano.

Eso ha hecho que este verano, ante las limitaciones aforo, hayan atendido a unos 150 comensales de media, cuando tienen capacidad para unos 200. Porque en nuestro caso la terraza, el patio interior, estaba al 100% y el salón se redujo al 75% (con limitaciones más dura estuvo al 50 o 60%). Por suerte, hemos estado completos entre semana y los fines de semana, día a día.

El establecimiento aumenta el personal todos los veranos, y este periodo estival de nuevo a vuelto a contar con estos trabajadores. Porque además nos hemos reinventado y hemos mantenido la comida a domicilio que desarrollamos en los meses anteriores. Aunque ha bajado estos meses, porque la gente sale más a la calle, en invierno subirá otra vez.

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