Encalla un carguero en el río Guadalquivir cerca de Trebujena

El buque Citadel, un carguero dedicado al transporte de mercancías a granel, encalló al mediodía de ayer en el río Guadalquivir a la altura de la localidad de Trebujena cuando se dirigía al puerto de Sevilla.

Según explicó el alcalde de la localidad, Jorge Rodríguez, la niebla, que era intensa a primeras horas de la mañana, ha podido ser la causa de que el barco, de 111 metros de eslora y seis metros de calado, se introdujera en un meandro del río y quedara perpendicular a la corriente a escasos 10 metros de la orilla.

Salvamento Marítimo indicó que el barco no corre peligro, aunque la maniobra de remolque, dirigida por un práctico del puerto de Sevilla, fue complicada debido a las dimensiones del buque, de bandera holandesa.

La zona en la que ha quedado encallado el barco, a unos 5 kilómetros del centro de Trebujena, está próxima a la desembocadura del río Guadalquivir en Sanlúcar, por lo que acumula gran cantidad de sedimentos y lodos. Así, tras una primera maniobra de remolque, se tomó la decisión de proseguir por la tarde, cuando la marea fuera más alta.

Sin embargo, como explicó el propio alcalde a este periódico, tampoco fue posible devolverlo a la canal de navegación del río, por lo que se decidió posponer la operación hasta la siguiente pleamar.

Según confirmaron a este periódico desde la Autoridad Portuaria de Sevilla, el buque (que transportaba fertilizantes) se salió de la canal del río por los intensos bancos de niebla que a primera hora de la mañana había en la zona. Pese a eso, no se han producido daños ni en el río ni en el propio barco.

Así, estaba previsto que ya entrada la noche, dos remolcadores volvieran a la carga para sacar al buque de su varada y devolverlo a la ruta que lo llevará hasta el puerto sevillano. También, desde la Autoridad Portuaria de Sevilla confirmaron que este incidente no ha puesto en peligro la navegabilidad por el río hasta la capital hispalense.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Jorge Rodríguez, explicó ayer que hasta el lugar se desplazaron durante toda la mañana numerosos vecinos de la zona, que llenaron de vehículos una carretera anexa, todos llamados por la curiosidad de la situación. "Es todo un espectáculo", según calificó el propio Rodríguez el incidente.