“Notamos que se está cronificando la pobreza”, advirtió ayer la presidenta provincial de Cruz Roja Española en Cádiz, Rosario García Palacios, durante la presentación de la memoria de 2018 elaborada por la organización. La situación, dijo, es grave y merece un análisis porque ni siquiera se ve libre de figurar en ese colectivo gente con empleo. “Estamos llegando a que también vivan en la pobreza personas que tienen un trabajo pero a quienes ese trabajo no les saca de esa situación de vulnerabilidad”, explicó García Palacios, que mencionó los salarios bajos y la precariedad laboral como causas del problema con el que se encuentran en la provincia de Cádiz.

Cruz Roja coincide en alertar sobre esa pobreza que se vuelve crónica con otras organizaciones no gubernamentales, como Cáritas, que ya dio la voz de alarma hace tres años en los mismos términos. García Palacios expresó ayer su preocupación ante el efecto que esa situación de vulnerabilidad causa en los menores. “Tenemos un objetivo muy importante: no queremos que la pobreza se herede, que esos menores se vean condenados a vivir también en la pobreza. Queremos romper ese ciclo”, señaló.

“El objetivo fundamental de Cruz Roja es estar cada vez más cerca de las personas vulnerables”, dijo también la presidenta provincial. No en vano, el mayor volumen de gasto (ella prefiere decir inversión, anotó) que figura en la memoria anual aparece en el apartado de inclusión social, en todos los programas que tienen que ver con la intervención social.

En la distribución del gasto en 2018 de la Cruz Roja de la provincia de Cádiz, la inclusión social se lleva así el 64% del total. Justo por detrás van, con un 13% cada uno, los apartados de empleo y salud, socorros y emergencias. El plan de inclusión social de Cruz Roja atendió el año pasado a 46.311 personas en 156.180 intervenciones. De ese total, 28.683 personas atendidas se encontraban en situación de extrema vulnerabilidad.

“Cuando estamos hablando de esos programas”, explicó Rosario García, “lo hacemos de personas mayores, de personas más vulnerables, de personas en situación de extrema pobreza, de personas sin hogar, de personas con discapacidad, de inmigrantes, de infancia con dificultad, de mujeres víctimas de violencia de género...”.

La presidenta provincial precisó que Cruz Roja actúa con un enfoque integral con las personas vulnerables. “No queremos simplemente paliar un problema puntual que tenga la persona; cuando una persona viene a solicitar ayuda –por ejemplo, a que le paguemos un recibo de la luz– Cruz Roja no se queda satisfecha con pagarlo; para nosotros es muy importante analizar y valorar a esa persona en su entorno, en su familia, y averiguar las causas por las que esa persona ha tenido que acudir a solicitar que le paguemos el recibo de la luz. Valoramos la situación de la familia, si le hacen falta alimentos, si los hijos necesitan clases de refuerzo escolar, si hay que pagarles la merienda o el material escolar... Y si la persona está desempleada, la metemos en nuestro plan de empleo”.

Ese plan de empleo está pensado para las personas que encuentran más obstáculos para lograr un trabajo; les proporciona orientación y capacitación para hallar nuevas oportunidades. Cruz Roja sumó el año pasado a 2.442 participantes en ese plan, en el que colaboraron 372 empresas. El resultado indica que hubo 513 personas insertadas.

“Cruz Roja está haciendo una fuerte apuesta por el empleo”, afirmó Rosario García. “En Cádiz”, comentó, “la fuerza tiene que emplearse en todo lo que supone fomentar el empleo porque son muchas las personas que desgraciadamente no lo tienen. Estamos también para ayudar a estas personas, para darles herramientas de búsqueda de empleo”.