Condenan al ex futbolista Pajuelo por abusos sexuales a 4 menores
Cumplirá 12 años como autor de delitos continuados sobre juveniles a los que entrenó en La Barca
La sección octava de la Audiencia Provincial ha condenado al exfutbolista y entrenador Pedro Martín Pajuelo por cuatro delitos continuados de abusos sexuales a otros tantos menores de entre 14 y 16 años, que entrenaban bajo sus órdenes en las categorías inferiores de un equipo de fútbol de La Barca. Contra la sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, explicó María del Carmen Campoy Benítez, abogada del bufete González Gamero que ha ejercido la acusación.
Los hechos se produjeron entre los años 2004 y 2007, periodo en el que Pajuelo entrenaba a los juveniles del equipo de la pedanía jerezana, recoge la sentencia del tribunal, que le condena a dos años de prisión por cada uno de los abusos sobre tres de los menores y a otros seis años por un cuarto delito de abuso sexual con penetración sobre la cuarta víctima.
El fallo del tribunal fija igualmente una sanción de 40.000 euros en concepto de indemnización, a razón de 10.000 euros por cada una de las víctimas, a las que el condenado no podrá aproximarse a menos de 400 metros ni comunicarse por ningún medio durante un plazo de seis años, en los tres casos de abuso sexual continuado, y de ocho años, en el de abuso con penetración.
Contra el condenado, que en su etapa de futbolista militó en equipos como el Jerez Deportivo, Jerez Industrial y Cádiz, pesa igualmente inhabilitación especial para el ejercicio de la enseñanza o entrenamiento deportivo de menores durante 14 años -cinco años por el delito considerado más grave y tres más por cada uno de los otros tres delitos-, así como para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena.
Según relató ayer a este medio una de las víctimas, que prefirió mantenerse en el anonimato, "ha sido lento, pero se ha hecho justicia. Es lo que se merece una persona así, pues podrá decirse que es una enfermedad, pero aquí somos cuatro afectados que tendremos secuelas toda la vida por lo que hizo".
Las víctimas presentaron una querella conjunta en el año 2009, cuando los hechos juzgados saltaron a la luz pública después de que uno de los afectados lo comentara con un compañero del equipo. El caso desató una gran alarma social en la pedanía, donde el resto de las víctimas confesaron a sus familiares haber sufrido también abusos por parte del entrenador.
"Lo hemos pasado muy mal, sobre todo las madres", significó ayer la víctima consultada por este medio, quien admitió que "aunque con el paso del tiempo se pierde el miedo, hay quien no lo ha superado".
"Lo de menos en este caso es el dinero", explicó la víctima, quien lamentó que el condenado "no haya mostrado el menor atisbo de arrepentimiento, como demostró en el juicio, donde siguió culpando de un montaje a los padres de los jugadores", incluso con aquellos con los que mantenía gran amistad. "Hemos esperado cinco años, pero la sentencia es justa y las familias están satisfechas", apostilló.
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