La jueza encargada de instruir la causa por la muerte de los dos guardias civiles que fueron arrollados por una narcolancha en Barbate se ha ratificado en el hecho de que los detenidos son los autores del ataque a la pequeña zódiac de la Guardia Civil aquel fatídico viernes en el puerto del municipio de la costa jandeña.

En un reciente auto dictado por la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate, al que ha tenido acceso el programa ‘La Hora’ de La 1, las cámaras de vigilancia del puerto, testigos presenciales y una mancha rojiza en la narcolancha incautada son las claves del caso.

Según las pruebas recabadas y que constan en el auto adelantado por la cadena pública, en el puerto de Barbate aquella noche había seis narcolanchas, pero sólo una de ellas era de grandes dimensiones, con cuatro motores. Destaca también que los agentes de la Guardia Civil iban uniformados y con el indicativo luminoso encendido.

En el auto, la magistrada expone que fue esta embarcación de grandes dimensiones la que se acercó de manera violenta a la zódiac de la Guardia Civil y arrolló hasta en dos ocasiones a la embarcación de la Benemérita, provocando la muerte de los dos agentes y dejando heridos a otros dos, uno de ellos de extrema gravedad.

Los restos de pintura de color naranja delataron a la narcolancha que embistió a la patrullera de la Guardia Civil en Barbate. Según pudo saber Efe de fuentes jurídicas, este es uno de los indicios que llevó a la jueza a decretar prisión provisional sin fianza para los seis tripulantes de la goma.

Las fuentes precisaron que otro de los indicios que tuvo en cuenta la juez fueron las manifestaciones de tres testigos de los hechos, quienes además aportaron vídeos donde pueden verse las secuencias de los sucesos.

Pero no sólo eso. Según las fuentes, otra de las circunstancias que la jueza destacó es el hecho de que la lancha que supuestamente embistió a la patrullera tiene trazas en su parte inferior de color naranja.

Un color que, como consecuencia del embiste en el agua, pudo resultar de la mezcla del rojo y amarillo de los que está pintada la bandera que identifica a la patrullera de la Guardia Civil.

También consideró la jueza un indicio importante las grabaciones de las cámaras del propio puerto de Barbate, donde se desarrollaron los hechos.

Los testigos relataron que la narcolancha que protagonizó el suceso y que pasó por encima de la patrullera de los agentes tenía cuatro motores o, lo que es lo mismo, era la más grande de las que en ese momento estaban en el puerto. Era “inconfundible”, resumen las fuentes.

Otra fuentes de la investigación explicaron que tras el ataque, la narcolancha dejó en tierra a tres de sus seis tripulantes.

Después, con lo otros tres a bordo se echó a la mar y se escondió tras un carguero, con la intención probablemente de que alguien les recogiera y les llevara hasta Marruecos. El temporal lo impidió.

Allí pasaron la noche hasta que dejaron la embarcación en la playa de La Línea de la Concepción. Los tres “se echaron al monte” y en torno a las once de la mañana fueron detenidos. Los otros tres ocupantes ya habían sido arrestados con anterioridad.

Los detenidos, según recoge el auto judicial adelantado por La 1, “reconocen haber cometido un delito de contrabando, sin embargo,  niegan que su embarcación fuera la que causó la muerte de los dos guardia civiles”. Así, atribuyen el crimen a “otra embarcación de cuatro motores que también  se encontraba en el lugar”, dicen

Según informó el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), cada uno de estos seis detenidos está siendo investigado por dos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y un delito de resistencia grave a agente de la autoridad.