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contaminación

Cádiz contabiliza desde marzo 40 días en nivel naranja de ozono en el aire

  • Le siguen Chapín, en Jerez, con 39 jornadas, y San Fernando y Los Barrios, con 36 

  • Los ecologistas advierten que los marcadores aumentarán estos días debido al tráfico y al calor

El puente de Constitución 1812, colapsado de tráfico.

El puente de Constitución 1812, colapsado de tráfico. / Lourdes de Vicente

Desde Ecologistas en Acción alertan que en los próximos días, conforme aumenten el calor y el tráfico vacacional, aumentarán también los niveles de ozono troposférico (el que respiramos) sin que, en muchos casos, siquiera se cuente en la provincia con indicadores adecuados. “Lo primero –explican desde la plataforma ecologista–, se debería informar a la población correctamente y establecer qué competencias realizar. Simplemente, con un medidor que marque en rojo, naranja y amarillo los niveles de calidad del aire”.

El ozono es un contaminante secundario que se fabrica de forma espontánea a través de, sobre todo, óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico. “Cuando hay mucha temperatura, estos gases reaccionan y aparece el ozono troposférico, no siempre en el lugar de origen de emisión”, continúan. Por ejemplo, en la Bahía de Cádiz, la mayor concentración de niveles de ozono suele aparecer en el Río San Pedro. En Huelva, en la zona de marismas. En Madrid, los niveles más altos no se los llevaba el centro, sino los barrios periféricos. En Barcelona, los valles cercanos.

Según límites estipulados por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible respecto a la calidad del aire, la concentración de ozono por medidas octohorarias que no dañe la salud humana se sitúa en un máximo 120 microgramos/m3, siempre que estos valores no superen los 25 días al año durante un periodo de tres años. A largo plazo, esta misma cantidad se estipula para 24 horas. La OMSes aún más severa, y estima que el nivel de riesgo para la salud humana debería situarse en los 100 µ/m3.

Dado que, en lo que llevamos de verano, las temperaturas han estado por debajo de las habituales, “los valores no se habrán superado”, aunque desde la formación señalan que las poblaciones con mayores tasas de ozono suelen ser Arcos, Los Barrios y, en ocasiones, Jerez. En efecto, en los registros de abril a junio de este año, apenas consta algún día aislado en el que se hayan superado los niveles de alerta de 120 microgramos en Los Barrios, La Línea, Cádiz, Jerez (Cartuja y Chapín) y San Fernando. Otro asunto es el “nivel naranja” de alerta (los 100 µ/m3). Curiosamente, durante estos meses es el marcador de Marconi en Cádiz el que señala un mayor número de días rebasando esta marca: cuarenta. A esta cifra le siguen los registros de Chapín (39) y la Cartuja (30), en Jerez; San Fernando y Los Barrios, ambos con 36 días. La Línea contabilizó 35 días en nivel naranja, aunque hay que destacar que sólo en el mes de marzo registró 20 jornadas. En San Roque, por otra parte, fueron 20 los días en los que se llegó a los 100 microgramos.

La OMS establece que el nivel de riesgo debería situarse en los 100 microgramos/m3

Desde la formación ecologista, denuncian que en Cádiz capital deberían existir al menos dos cabinas de control de calidad del aire: ahora mismo, hay sólo una en Marconi. “Debería haber al menos dos más: la de San José, que la quitaron; y otro en la zona portuaria o en el centro”, apuntan, señalando además que la contaminación procedente del atraque de barcos es otra incógnita.

“Los ayuntamientos –añaden los ecologistas– deben informar y explicar a toda la ciudadanía de las amenazas que representa para nuestra salud vivir con un aire contaminado, así como de las medidas que hay que adoptar para reducir el problema; nada de esto se hace. La desinformación y la ignorancia sobre la superación de los límites legales en los contaminantes atmosféricos, como el O3 troposférico, es lo habitual”.

Tras un protocolo de información adecuado, el siguiente paso sería “adoptar medidas encaminadas a reducir las emisiones, fomentando el uso del transporte colectivo y público, o incluso limitando el tráfico”. Medidas que, los ecologistas reconocen, se han mostrado de difícil implantación, ya sea por desconocimiento o por otras prioridades, como el turismo de playas. “Es parecido a educar a que de doce a cinco no se tome el sol: la gente puede saberlo. Después, que se haga o no, es distinto”.

Por su pequeña capacidad de disolución, el ozono penetra fácilmente en las vías respiratorias irritando las mucosas y los tejidos pulmonares, afectando especialmente a personas con enfermedades respiratorias o que realizan ejercicio físico al aire libre, a niños y ancianos. Entre los síntomas que puede causar: tos, dolor de cabeza, lasitud o dolor pectoral al inspirar.

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