Tratado internacional de pesca

Barbate vuelve a las aguas de Marruecos

La bandera de Marruecos debe izarse antes de entrar en su caladero.

La bandera de Marruecos debe izarse antes de entrar en su caladero. / J.M. Ruiz (Barbate.)

Cinco barcos dedicados a la pesca de cerco, tomarán rumbo en unos días al caladero de Marruecos. Lo harán en cuanto amaine el temporal de levante que se prevé en las aguas del Estrecho, las cuales tienen que atravesar para acudir al puerto de Tánger, donde deberán pasar una inspección técnica y recibir los permisos para empezar a pescar los preciados boquerones, sardinas, jureles y caballas, las cuatro variedades para las que tienen licencia, por la que han pagado entre 5.000 y 7.000 euros al gobierno de Marruecos.

Uno de esos pesqueros, es el Playa Yerbabuena, cuyo indicativo es Eco Alfa 6673, según se refleja en la parte exterior del puente de mando, y sobre el que se precisa izar la bandera de Marruecos una vez que se entra en sus aguas jurisdiccionales.

Su patrón, Tomás Pacheco, ha aportado las cifras que marcan el nuevo regreso de una parte de la flota de Barbate al caladero marroquí, la que puede ser la última, ya que se está pendiente que, en pocas fechas, pueda hacerse pública la sentencia del Tribunal  General de la Unión Europea  (TGUE), que puede anular el tratado internacional de pesca que mantienen Bruselas y Rabat, y por el que se abonan, desde 2019, unos 50 millones de euros al país alauita.

En julio de este año expira el actual tratado de pesca, lo que permitirá a los barcos de Barbate poder pescar desde el 1 de abril al 30 de junio, sin problemas, a no ser que la sentencia del TGUE llegue antes.

Tomás Pacheco, cree que ese importe podría ayudar mucho a las flotas artesanales como la de Barbate, que en 50 años se ha reducido de más de un centenar de barcos a apenas una treintena que quedan ahora, y ante la que se abre un futuro incierto por los altos costes que supone salir a faenar, entre combustible, hielo, víveres, seguros sociales, reparaciones mecánicas y de las artes de pesca, además de licencias, y sueldos, aunque en estos último, todo depende de la pesca, pero en un mes malo, son pocos los marineros que superan los 700 euros, un salario que desanima a las nuevas generaciones a tomar el relevo de los actuales profesionales de la mar.

Según ha apuntado este armador, para acudir a las aguas marroquíes durante una semana se precisan entre cinco y seis mil litros de combustible, que está ahora a 75 céntimos el litro, lo que supone entre 3.750 y 4.500 euros. Desde Barbate al caladero son unas 160 millas, en distancia serían unos 290 kilómetros.

La tonelada de hielo está en el puerto de Barbate a 120 euros, precisándose entre siete y ocho toneladas, que hay que ir recargando, ya que todo lo que se derrite se da por perdido. Cada caja de porexpan en las que caben entre 7 u 8 kilos de pescado, está al precio de 95 céntimos de euro más impuestos.

Esta pesca precisa de llevar víveres a bordo, pan, verduras, legumbres, hortalizas, mantequilla, café, aceite, ya que sino se consigue pesca, hay que pernoctar en el caladero hasta el siguiente día, por lo que hay que llevar para desayunar, comer, merendar y cenar.

Actualmente, la tripulación está compuesta por unas quince personas, de las que tres deben ser de nacionalidad marroquí. Tomás Pacheco recuerda, que en barcos como el suyo, han llegado a trabajar hasta 35 personas cuando el caladero de Marruecos sí era rentable.

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