Ecologistas en Acción ha presentado el informe 'Banderas Negras 2022', en el que explican que, "otro verano más se mantienen las problemáticas", tras un análisis de los 8.000 kilómetros de costas españolas, en el que se ha adjudicado una bandera negra por contaminación y otra por mala gestión a cada una de las provincias costeras españolas.

En el caso de la costa gaditana, Vejer y Barbate son los dos municipios con alguna playa señalada con esta bandera.

En Barbate, Ecologistas afirma que la valiosa calidad ambiental del municipio barbateño, con el Parque natural de la Breña y las marismas de Barbate como referencia, junto a la servidumbre militar de EL Retín y el bajo desarrollo turístico de la población, sirven como excusa victimista para alentar desarrollos urbanísticos desmesurados.

En el término municipal de Barbate se concentran una serie de planes para desarrollar varias macrourbanizaciones que, según el informe, pueden provocar un daño irreversible a este litoral, famoso por sus playas vírgenes y por parajes emblemáticos, como Trafalgar.

De Vejer, los ecologistas motivan que a pesar de su atractivo turístico, el municipio sigue sin resolver los dos problemas ambientales por los que sigue siendo merecedor de Bandera Negra. No depura adecuadamente sus aguas residuales y sigue sufriendo los impactos derivados de la urbanización incontrolada.

Como solución proponen reacondicionar la EDAR, que no funciona, sería preferible construir una nueva depuradora, al igual que está haciendo el municipio contiguo de Barbate, y diseñarla como biofactoría, con tratamiento terciario, aprovechamiento del biogás y tratamiento correcto de los lodos. En cuanto a la urbanización ilegal, poner fin a esta práctica, con ordenación sostenible de los núcleos irregulares.

Una bandera negra por el impacto de cremas solares en Nerja

El informe ha incluido por primera vez desde que se empezó a elaborar en 2005 la concesión de una de ellas al impacto de las cremas de protección solar en Nerja (Málaga).

El informe señala que se trata de un “importante agente contaminante” debido a la masificación turística en las playas semicerradas de las calas del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.

Según los ecologistas, los filtros solares que incorporan las cremas de protección solar pueden contener sustancias como los disruptores endocrinos, que constituyen un "importante" peligro para la biodiversidad marina.