Una sentencia del Bundesverfassungsgericht (BVG), el tribunal constitucional alemán, ha supuesto la eliminación de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos en ese país. La desaparición del bono se ha realizado sin aviso previo la semana pasada y responde a una sentencia del BVG emitida en el mes de noviembre que consideró que la asignación de fondos que inicialmente estaban destinados a la lucha contra la pandemia, no podían utilizarse en proyectos de protección ambiental. El partido de la oposición conservador, el CDU, promovía esta demanda.

La coalición gubernamental formada por el SPD, los Verdes y el FDP, consecuentemente, ha recortado los presupuestos de su Fondo para el Clima y la Transformación (KTF), afectando de esta manera al Unweltbonus que se ofrecía como aliciente para la adquisición de vehículos con el menor impacto ambiental.

La ayuda en Alemania estaba ligada a los coches eléctricos de menos de 45.000 euros. Ahora tendrá que se reformulada si el gobierno quiere que vuelva a entrar en vigor.

"Eliminaremos el bono medioambiental, es decir, el subsidio a los vehículos eléctricos, antes", afirmó el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, en una conferencia de prensa con el canciller federal Olaf Scholz y el ministro de Finanzas, Christian Lindner. “Me duele, pero ese es el precio que debemos pagar por mantener los componentes centrales, los pilares del Fondo para el Clima y la Transformación”.

La subvención a la compra de eléctricos estaba prevista que continuase durante, al menos, 2024, pero su finalización se ha producido en el momento en el que ya no se ha contado con suficiente dinero para afrontar las solicitudes aportadas por los compradores desde la semana pasada. Sí se abonarán, no obstante, las subvenciones que hasta ahora habían sido aprobadas con anterioridad al 17 de diciembre y que podían suponer hasta 4.500 euros de incentivo para los compradores de vehículos con un precio de tarifa en lista de 45.000 euros.

Por lo tanto, el plan económico del KTF para 2024 debe volver a redactarse, si el gobierno estima su necesidad, y contará con menos fondos disponibles.

La Asociación de la Industria del Automóvil alemana (ZDK), a través de Arne Joswing, su presidente, ha hecho público su malestar con esta medida. "Se trata de un increíble abuso de confianza para decenas de miles de clientes que han pedido sus vehículos eléctricos suponiendo que se les pagará la subvención. Lo mínimo que podríamos hacer sería dejar que el bono ambiental esté vigente hasta fin de año y, al mismo tiempo, en coordinación con los estados federados y las autoridades locales, asegurar que las oficinas de registro estén abiertas hasta el 31 de diciembre de 2023 para que las inscripciones se puedan hacer”, declaró.

El aumento de las ventas de eléctricos puede salvar a la industria de cuantiosas multas en el caso de que no se rebajen las emisiones medias de CO2.

La venta de vehículos sin emisiones es clave de cara a 2025, cuando las directrices de la Unión Europea establecen un recorte de las emisiones de CO2. La media de éstas debe alcanzar entonces los 93,6 g/km para todos los coches que vendan en ese momento, lo que supone una reducción respecto a los actuales 95 g/km y que, de no producirse, aparejará cuantiosas multas a los fabricantes de los automóviles.

Hasta ahora, los coches más altamente electrificados, como los híbridos enchufables y los eléctricos puros, permitían a los fabricantes reducir la incidencia de los térmicos en la media global tanto que cada uno de estos vehículos de menores emisiones contabilizaba como dos coches vendidos con motores de combustión.

Sin embargo, estos intercambios no podrán llevarse a cabo si los coches que se consideran como de cero emisiones no alcanzan un 25 por ciento de las ventas, una medida que afectará a todos los países de Europa, incluida España.

De ahí, el impulso al que están obligados los fabricantes de los eléctricos de menor precio en los próximos años, de cara a aumentar el porcentaje de sus ventas de coches de cero emisiones que, si bien en Europa ronda el 15 por ciento, en nuestro país es tres veces inferior.