Acaba de reinterpretar cuatro trajes de la colección de su amiga Vicky Martín Berrocal para la firma Brugal y ya piensa en esa Feria de Abril de Sevilla que hace varios años que no pisa y que, este 2011, tiene intención de no perderse. Madraza de su hija, Naia, Laura Sánchez disfruta del amor de su pareja, David Ascanio, pero sin pensar, de momento, en pasar por el altar.

-¿No le apetece probar la experiencia del matrimonio?

-Por ahora, no (risas). Yo no me voy a casar aunque, al final, va a caerme encima y, por esa razón, cada vez me veo más cerca de la boda. Lo que no creo es que sea por la Iglesia. El otro día fui al enlace civil de una amiga y me encantó pero, lo de los anillos, como que no me va mucho.

-Pero su relación bien, ¿no?

-Fenomenal. Además, soy su seguidora "número uno". Eso sí, en su carrera no intervengo. Él me pide mi opinión y yo se la doy pero no mucho más. Saca single el 3 de Mayo y estoy encantada con eso.

-Cambiando de tema, está claro que es usted una trabajadora nata. ¿No le da miedo perderse la infancia de su hija?

-No creo que, hasta la fecha, me haya perdido nada. Claro que me gustaría dedicarle el cien por cien de mi tiempo pero tampoco es que esté tan ocupada. Aunque no lo parezca, de los siete días de la semana,lo mismo tengo tres, dos o ninguno ocupados con lo que me considero bastante afortunada.

-¿Habla mucho con ella?

-Muchísimo. Tenemos conversaciones como si Naia ya hubiera cumplido los veinte. Me sorprende la capacidad para entender las cosas. No da la sensación de tener tan solo cuatro añitos. Su funcionamiento mental es muy simple pero, a la vez, muy gracioso. Está en una etapa en la que piensa que todas las madres salen en la televisión y que los padres juegan al fútbol aunque eso no me preocupa porque vengo de una familia humilde y creo que sabré inculcarle el valor de las cosas.