Pasarela

Los Middleton no pueden más

El debate sobre la protección de la vida privada de los famosos ha resurgido estas últimas semanas en el Reino Unido con la difusión de varias fotografías polémicas de Pippa y James Middleton, los hermanos de la recién estrenada princesa Catalina, quien se casó con el príncipe Guillermo de Inglaterra el pasado 29 de abril.

Menos de un mes después de la boda del siglo en este país, la familia de la recién casada ha recurrido a la Comisión de la Prensa tras la publicación en varios diarios sensacionalistas de fotografías comprometidas tanto de los hermanos como de la propia princesa. El recurso tiene valor de advertencia: los Middleton quieren señalar que no van a tolerar más incursiones en su vida privada ahora, tras ocho años de noviazgo entre Kate y Guillermo en los que la prensa se ha cebado con la primera sacando de ella, incluso, fotos en los que por descuido llegó a enseñar su ropa interior. La Comisión de la Prensa, que se basa en un código de conducta reforzado tras la muerte de la princesa Diana de Gales, podría reprender (de hecho lo hace a menudo) a los diarios que se pasen de la raya. Y es que los diarios sensacionalistas británicos, que buscan mantener sus millones de lectores diarios con este tipo de información, son sometidos a una mayor regulación desde que en 2000 se adoptó el Human Rights Act, adaptación británica de la Convención Europea de Derechos Humanos. El Human Rights Act reconoce dos derechos fundamentales -y contradictorios-, el derecho a la vida privada (artículo 8) y la libertad de expresión, y por tanto de prensa (artículo 10).

La publicación, hace unos días, por parte del dominical The Mail on Sunday de unas fotos antiguas de Catalina Middleton y su hermana Pippa en biquini y top less respectivamente a bordo de un yate propiedad de su tío, Gary Goldsmith, frente a la costa de Ibiza, ha reabierto el asunto. La Comisión de la Prensa ha confirmado haber recibido una queja de los representantes legales de la familia Middleton.

Lo cierto es que, aunque algunas de esas fotos se habían publicado antes, han ganado nueva actualidad debido a la mayor demanda de fotos de la esposa del segundo en la línea de sucesión al trono, quien ya ha sido inmortalizada varias veces enseñando involuntariamente las bragas al salir de algún coche. Para Pippa, en cambio, la foto en sujetador que vio la luz poco después del enlace de su hermana fue su bautismo de fuego con la prensa sensacionalista. James Middleton, en cambio, está acostumbrado pues en internet han circulado todo tipo de documentos gráficos en los que se veía al hermano varón de Catalina disfrazado de mujer, desnudo y en evidente estado de embriaguez e incluso haciendo un 'calvo' a la cámara. De ahí que no es de extrañar que los Middleton hayan decidido plantarse y decir 'basta ya'.

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