Tras la inauguración oficial de la Feria en la noche del miércoles, con la presencia de buena parte del equipo municipal de gobierno de Cádiz encabezado por su alcaldesa, Teófila Martínez, ayer jueves el día comenzó muy tranquilo con una presencia de público en principio algo tímida pero que después se fue animando a medida que avanzaba el reloj.

Lo más llamativo de la noche del miércoles fue el lanzamiento de fuegos artificiales, algo hasta ahora nunca visto en la primera noche de Feria. Cuestionado sobre el asunto, el concejal de Fiestas, Millán Alegre, explicó que se ha decidido repartir el presupuesto previsto para los fuegos artificiales en dos tandas, la primera para la noche de la velada y la segunda ya para la clausura de la feria, en la noche del próximo lunes, día de fiesta local. La velada apenas se vio empañada por incidentes dignos de mención, aunque hubo que reseñar un accidente de tráfico en los accesos al recinto entre un taxi y una motocicleta, una pequeña reyerta que se solución con rapidez, según la Policía Local, y un total de 18 asistencias en el botiquín, cuatro de ellas por intoxicaciones etílicas, ocho por heridas inciso-contusas, un proceso traumatológico, tres cefaleas y dos por presencia de cuerpos extraños.

Ya en la mañana de ayer, antes de iniciar el recorrido por Las Banderas, parte de la Corporación gaditana acudió a una recepción en el Ayuntamiento y después la comitiva se trasladó a la caseta municipal, primero, y después a la de Cádiz, que regenta el hostelero Pablo Grosso y que ayer contó con una magnífica afluencia de visitantes. Aún así, la campaña electoral pasó casi totalmente desapercibida en el recinto.

Este año el recinto presenta algunas novedades. En el exorno de los paseos destaca la instalación de carteles del Ayuntamiento cubriendo los postes del alumbrado, a imagen y semejanza de lo que se hace en Cádiz con motivo del alumbrado de Navidad o de Carnaval. También otros de los postes se han dotado de pies que se han pintado en los colores albero y grana, todo muy taurino, aunque el color granate de la bandera de Cádiz se ha escogido también para los farolillos que jalonan el recinto, y que se han combinado con otros de color blanco.

A mediodía de ayer ya se registraban las primeras colas en los accesos a las Banderas, sobre todo hacia las tres de la tarde, hora en la que muchos portuenses salen del trabajo y acuden a comer a Las Banderas, sobre todo en comidas de empresa. La Calle del Infierno, por otro lado, presentaba ayer una gran afluencia de público familiar gracias a la rebaja de precios por el 'Día de los Niños'.