Es mayor de edad y será juzgado por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. El pirata Abdu Willy tiene más de 18 años. Así lo ha determinado el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, tras recibir los resultados de la última prueba médica a la que ha sido sometido uno de los presuntos piratas y secuestradores del pesquero Alakrana, detenido el pasado 4 de octubre. El máximo órgano de decisión de la Sala ha adoptado esta decisión tras una reunión en la mañana del lunes de apenas media hora. La mayoría de edad del presunto pirata se ha podido determinar a partir de un informe elaborado por la forense adscrita a la Sala de lo Penal, que concluye de forma "precisa y unívoca" que tanto la última radiografía de clavícula practicada al presunto corsario como las anteriores pruebas médicas ponen de manifiesto que "es mayor de 18 años". 

Queda así resuelta la cuestión de competencia negativa planteada por el juez central de Menores, José Luis Castro. El Pleno de la Sala ha llegado a la conclusión de que el magistrado que debe investigar los hechos por un delito de asociación ilícita y 36 secuestros es el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz. 

El informe presentado por la forense señala que las últimas pruebas médicas (una radiografía y una tomografía computerizada de las clavículas) evidencian que el sujeto analizado presenta una "osificación completa", que corresponde a un estado de grado 4 en las tablas de Schmeling, lo que equivale a que tendría una edad mínima de entre 19,7 y 21,2 años.  La forense ha destacado que la exploración física del detenido demuestra que "ha alcanzado la talla y el peso correspondiente a la edad adulta" y no presenta "enfermedades del crecimiento". El análisis de sus muñecas y dientes pone de manifiesto que se trata de "una persona mayor de 17-18 años". 

El auto dictado por la Sala, del que ha sido ponente el magistrado Ramón Sáez, señala que "la metodología que ofrece el estado actual de la medicina legal es variable", aunque "existe consenso en la necesidad de utilizar varias técnicas de diagnóstico, cada una con sus propios medios auxiliares, y en combinar el resultado de todas ellas para sustentar un diagnóstico fiable". Para determinar la edad de una persona, considera "imprescindible" realizar una exploración física que determine sus medidas antropométricas y signos de madurez sexual, además de indagar su "grado de maduración ósea" mediante el análisis de muñecas y dentición con especial atención al tercer molar, y estudiar el extremo medial esternal de las clavículas. 

El tribunal justifica la competencia de los tribunales españoles para investigar estos hechos por tratarse de un acto de violencia ocurrido "a bordo de un buque español", lo que se corresponde con los delitos recogidos por el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima y la Convención sobre el Derecho del Mar. A la reunión han asistido 16 de los 18 magistrados que componen la Sala de lo Penal, es decir, todos a excepción de la presidenta de la Sección Cuarta, Angela Murillo, y el juez José Ricardo de Prada.

En un centro de menores cerrado

El siguiente paso judicial de la causa será la remisión por parte del juez de Menores de un oficio en el que se dé por enterado de la decisión de la Sala. Después, la Fiscalía debería solicitar al juez Pedraz la celebración de una vistilla del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM), en la que se podría ordenar el reingreso de Abdu Willy en la cárcel. El somalí se encuentra por ahora en un centro de menores de régimen cerrado desde el pasado 23 de octubre por orden del juez De Castro, que adoptó esta decisión para dar una solución provisional a la confusión procesal generada por las dudas sobre la edad del detenido. 

Unas horas antes, Pedraz rechazó asumir el procedimiento alegando que, en función de los exámenes médicos que se le han practicado, no existe la "seguridad plena" de que sea mayor de edad. El juez dictó un auto en el que señalaba que "admitiéndose que existan muchas (o muchísimas si se quiere) probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra el mismo". 

El juez de Menores se había inhibido de la causa anteriormente al valorar un informe médico encargado por la Fiscalía a una clínica privada que, en su opinión, dejaba "suficientemente acreditada" la mayoría de edad del somalí. 

Tras la inhibición de Pedraz, la Fiscalía presentó un recurso en el que defendía que la decisión del magistrado de inhibirse de la causa a favor del juzgado central de Menores es "errónea" y "no se basa en datos concretos y fiables, contrastados científicamente, sino en meras especulaciones doctrinales". 

El escrito, que llevaba la firma del fiscal Jesús Alonso, añadía que los forenses que elaboraron el informe que no acredita la mayoría de edad del imputado "carecen de conocimientos técnicos específicos para considerarse expertos en la materia". 

El joven somalí inició el pasado lunes un periplo judicial que le llevó desde la prisión de Alcalá-Meco, donde fue ingresado el pasado 13 de octubre por orden del juez Baltasar Garzón, hasta un centro de detención de menores, en el que pernoctó un día, y un centro de internamiento cerrado, donde ha estado desde la noche del día 28. 

El juez Garzón, que sustituía a Pedraz, le acusó de asociación ilícita, 36 delitos de detención ilegal y otro de robo con violencia y uso de armas. El mismo día de su ingreso en prisión, Garzón acordó el traslado del presunto pirata al Hospital de la Paz, donde tras realizarle una oseometría de la muñeca se estableció que tenía 19 años, si bien el magistrado ordenó la realización de análisis más exhaustivos.