Mientras la Guardia Civil trabaja para determinar el origen de la furgoneta-bomba empleada en el ataque contra la casa cuartel de Burgos -Rubalcaba manifestó que "era probable que pudiera proceder de Francia"-, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están alerta por otras dos furgonetas que la organización terrorista podría tener listas para atentar. Pero ETA ha utilizado otro método, el de la bomba-lapa activada a distancia, para matar a dos guardias civiles en Mallorca.

El vehículo utilizado en el atentado de la madrugada del miércoles es un modelo Mercedes Vito de color blanco, que llevaba placas de matrícula españolas correspondientes al vehículo de un vecino de una localidad de Burgos. Las Fuerzas de Seguridad estaban en alerta desde hace algunas semanas ante el temor de que ETA intentara cometer un atentado con una furgoneta-bomba. Estos datos se habían obtenido en investigaciones realizadas en Francia, incluso se buscaban tres furgonetas sospechosas que podían estar en manos de ETA: una Kangoo blanca, una Mercedes Vito verde y una Citroën Berlingo blanca o verde.

La alerta se produjo por los datos obtenidos tras la detención en las cercanías de Pau de los terroristas Itziar Plaza, Asier Borrero y Iurgi Garitagoitia, vinculados a uno de los principales aparatos de ETA. No en vano, Plaza fue considerada por el Ministerio del Interior como una de las responsables del aparato militar de ETA. Además, las Fuerzas de Seguridad atribuían al grupo desarticulado, en conjunto, la función de abastecer al citado aparato de los materiales, infraestructuras y los militantes necesarios.

Por otra parte, los agentes encargados de la custodia del cuartel de Burgos comprobaron horas antes de la explosión los datos de la furgoneta-bomba y creyeron que pertenecía a un vecino de la zona, al coincidir matrícula, marca y modelo, según informaron a Europa Press en fuentes de la investigación.

Los guardias civiles sospecharon de la furgoneta y de otro vehículo que estaba estacionado en la zona. Tras realizar las correspondientes comprobaciones llegaron a la conclusión de que pertenecía a un vecino, ya que los terroristas habían robado un coche similar, al que le habían doblado las placas, que coincidían con la matrícula de esa persona.

Las citadas comprobaciones se realizaron alrededor de las diez de la noche, siete horas antes de que se produjera la explosión. Según las mismas fuentes, el coche fue aparcado por dos presuntos terroristas alrededor de las 14:15 horas del pasado martes. Un tercer etarra les esperaba en otro coche para huir del lugar.