Gestión de los cheque-libros de la Junta

"Esto es ya la puntilla, vamos a tener que cerrar"

  • Las propietarias de la papelería Acanto, en Fuentebravía, denuncian la gestión de los cheque-libros de la Junta por parte de algunos centros, entre ellos el IES Francisco Javier Uriarte

  • La dirección del centro dice que se han adquirido este año licencias digitales, lo que conlleva además otros recursos como tablets o libros en papel

Las propietarias de la papelería Acanto, de Fuentebravía, en el interior de la tienda.

Las propietarias de la papelería Acanto, de Fuentebravía, en el interior de la tienda. / Andrés Mora Perles

En un año tan difícil para cualquier empresa el descenso de las ventas está siendo algo habitual, pero si encima se suman otras circunstancias añadidas, la situación puede llegar a ser muy grave.

Es lo que está ocurriendo con la compra de libros de texto en algunas librerías portuenses. Una de ellas, la papelería y librería Acanto, ubicada en Fuentebravía, está a punto de tener que echar el cierre, y entre otras cosas sus propietarias achacan la situación a una mala gestión de los cheques-libro de la Junta de Andalucía por parte del centro educativo que tienen más cercano, el IES Francisco Javier Uriarte.

Aunque uno de los objetivos del programa de gratuidad de los libros de texto en Andalucía es precisamente el fomento de los pequeños comercios y las librerías de proximidad, este centro no ha entregado este año a los padres el cheque-libro para renovar el material de 1º y 3º de ESO.

Como explica Oliva, una de las propietarias de la librería, el pasado mes de julio ya se extrañaron de no saber nada del cheque-libro, pero hablaron con el centro y les dijeron que  este año se iban a adquirir los libros en formato digital. Las responsables de la librería aseguran que no ha sido así y que desde el instituto se ha avisado a las familias de que los nuevos libros se repartirán esta misma semana. Para ello se remiten a un post de Facebook publicado por el propio instituto, en el que se pide a los alumnos que acudan este  martes con una mochila  para recoger los libros y forrarlos. En esta publicación se indica que los libros de 1º y 3º de la ESO son nuevos

A preguntas de este Diario, la dirección del instituto considera que "ha habido total legalidad y transparencia  en la aplicación del programa de gratuidad de los libros de texto". Según el centro "las instrucciones de 28 de mayo de 2020 de la Dirección General de Atención a la Diversidad, Participación y convivencia Escolar sobre el programa de gratuidad de los libros de texto  establece que se pueden adquirir tanto libros de texto como licencias digitales. Nuestro centro ha optado por la compra de licencias digitales a una empresa del sector que pone a disposición del centro, además de las licencias digitales, otros recursos educativos como tablets o libros en papel, una empresa del sector que obviamente también contribuye a la creación de riqueza. Esta decisión ha sido tomada tras la consulta al claustro de profesorado, con aprobación el pasado 29 de junio, por parte del Consejo Escolar del centro donde tienen representación padres y madres, alumnado, personal de administración y servicios, representante del Ayuntamiento y profesorado. En ningún caso se ha pedido ninguna aportación al alumnado, ya que el programa ha de ser de gratuidad para ellos. Otros muchos centros, y cada vez serán más, han optado por esta opción de compra de licencias digitales a partir de este curso 20/21, vista la situación actual generada por la pandemia, por la que está pasando el sistema educativo", explican. 

Las propietarias de la librería, por su parte, han pedido cita para hablar con el inspector de Educación, pero es complicado y de momento esa petición no ha sido atendida. "Esto ya ha sido la puntilla, vamos a tener que cerrar", lamenta Oliva, después de 27 años con la librería abierta. Hay que tener en cuenta que el importe de cada cheque para los estudiantes de tercero de la ESO es de unos 300 euros, y 250 euros para los estudiantes de 1º de la ESO, lo que da idea del volumen de negocio que dejan de tener las pequeñas librerías que cada año aguardan como agua de mayo esta ayuda. Además la normativa establece claramente que no está permitida la gestión de los cheques-libros por parte de AMPAS, asociaciones, o los propios centros docentes, salvo aquellos que cuenten con librería propia.

La venta de libros de texto puede suponer para una pequeña papelería la facturación de hasta un 40-50% de las ventas anuales.

En El Puerto ha habido otras denuncias similares este año, como el caso de la Librería El Juncal, que lamenta una situación muy parecida con el colegio público La Florida, que ya el año pasado centralizó las compras en un centro comercial.

Petición al Gobierno andaluz para que se fiscalice la gestión de los cheques-libro

No es la primera vez que se denuncian estas prácticas, y el pasado mes de julio el grupo parlamentario de Adelante Andalucía hizo una denuncia pública al respecto. Así, la portavoz de Cultura de Adelante Andalucía y diputada en la comisión de Educación, Ana Narajo, reclamaba al Gobierno andaluz que fiscalice la gestión de los cheque-libros para que se lleve a cabo en base a la normativa vigente y las pequeñas y medianas librerías no se ven perjudicadas. Naranjo recordaba entonces que la normativa establece "que los centros educativos entregarán ese cheque-libro a los padres y madres del alumnado y serán ellos quienes decidirán dónde adquieren ese material didáctico". También recordaba que "no se admite que los propios centros educativos sean los que directamente, sin tener permiso para ello, compren ese material a las editoriales".Naranjo ha denunciado que el incumplimiento de la normativa sobre los cheques-libro "está generando muchos perjuicios al sector librero, que ya ha tenido importante pérdidas por motivos evidentes con la pandemia, y que más de la mitad de sus ingresos a lo largo del año los obtienen justo de la gestión de este material escolar".

Para las librerías afectadas, esta centralización de los cheques-libro por parte de algunos centros es "una competencia desleal en toda regla, ya que el cliente no tiene ni que preocuparse en adquirir los libros y el beneficio lo obtiene el centro por parte del proveedor que le distribuye directamente todos los libros de los cheques correspondientes de este curso". Y todo ello, en unos tiempos en los que cualquier ayuda es poca para salvar al pequeño comercio.

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