Un gran paso adelante conseguido con la perseverancia, la voluntad y una entrega incondicional. Así se puede calificar lo que ha logrado una familia de El Puerto para facilitar la integración de su hija Mariquilla, una niña de 11 años de edad con Síndrome de Rett, una enfermedad rara que lleva aparejada discapacidad intelectual y problemas de movilidad, y que afecta especialmente a las niñas. Muchos comparan este enfermedad con una orquesta donde todos los músicos hacen bien su función pero carecen de un director para coordinarlos. El logro de la familia, porque así se puede calificar, ha sido posible gracias a la lucha de Inmaculada Guerrero Navarro, de 45 años, que ha conseguido dar un nuevo paso hacia una mayor integración de su hija Mariquilla, que estudia en el colegio de educación especial Mercedes Carbó, de Afanas.

Describir las dificultades que tuvo que salvar Inmaculada Guerrero para conseguir un diagnóstico de la enfermedad de su hija es remontarse a varios años atrás, cuando la niña contaba poco más de dos años y seis meses de edad. "Mi princesa era una niña bonita, feliz, sana; cuando supimos oficialmente por su pediatra que tenía algo", recuerda Inmaculada. Le diagnosticaron síndrome de Rett, (una patología neurológica que produce discapacidad mental y pérdida de capacidades motoras), una enfermedad degenerativa que la sociedad está comenzando a conocer. 

Se trata de una patología dura, donde los niños pierden el habla y las habilidades para moverse, el día a día se hace difícil y cada actividad cotidiana es un nuevo reto que vencer. En el caso de Inmaculada Guerrero, algo tan simple como hacer la compra en el supermercado acompañada de su hija María era extremadamente complicado, ya que no era posible poder atenderla y a la vez hacerse cargo del carrito donde se depositan los productos, en estos días los regalos navideños.

Hace un año, en 2019, consiguió que un supermercado les adaptara de manera artesanal uno de sus carritos, en el que su hija le podía acompañar mientras compraba. Aquel gesto de adaptar el carro les mejoró la vida y ahora Inmaculada ha conseguido dar un paso más en esa lucha diaria que mantiene "para que mi niña tenga las mejores comodidades", en esos desvelos por la integración de estas personas con diversidad funcional.           

De esta forma, según reconoce Inmaculada Guerrero, después de muchas conversaciones con los directivos del grupo Carrefour, y de una serie de gestiones que se han extendido durante un año, ha podido conseguir un nuevo carro adaptado para Mariquilla, en esta ocasión totalmente homologado y diseñado ex profeso para esa función, y que además está a disposición de todas las personas que lo necesiten. "El supermercado donde se ha conseguido esta hazaña esta situado en El Puerto de Santa María, en el centro comercial El Paseo", y se ha realizado a través de la fundación Carrefour.

El beneficio que obtiene la pequeña afectada es doble: por una parte, salva sus dificultades de movilidad; y por otra, participa activamente en el proceso de realizar y seleccionar la compra. La niña, "mi princesa Rett", como la denomina de forma cariñosa su madre, "está muy feliz; disfrutamos las dos de la compra y el carro está perfectamente adaptado para llevar los productos".  

Inmaculada Guerrero ha querido dar a conocer este importante paso coincidiendo con el Día Internacional de la Discapacidad, desde el convencimiento de que "hay que enseñarle a la sociedad que en casa sentada no se consiguen cosas. Dar visibilidad al síndrome de Rett sirve para crear conciencia y lanzar el mensaje de que podemos salir y realizar actividades con nuestros hijos".