Si hay un edificio unido a la memoria sentimental y a la historia de El Puerto de Santa María, ese edificio es sin duda el antiguo Hospital de San Juan de Dios. Se trata de un imponente inmueble que ya a principios del siglo XVIII estaba construido, y que fue edificado mediante los generosos donativos de varios bienhechores, en su mayor parte Cargadores a Indias, por impulso de la hermandad de la Santa Caridad, pasando posteriormente a ser gestionado por los hermanos de San Juan de Dios, de donde recibe el nombre que luce en su fachada principal: Hospital General de San Juan de Dios.

El antiguo hospital es un referente de gran valor para los portuenses, un edificio municipal con el que los ciudadanos sienten una especial sintonía, sobre todo porque varias generaciones nacieron entre sus muros, y que conserva numerosos elementos de su antigua función como edificio sanitario.

Siempre fue un edificio luminoso, cercano al río Guadalete, dedicado históricamente a la salud y a la gestión sanitaria, con un extraordinario valor patrimonial y una gran belleza a nivel interior y exterior, que de alguna forma se podría considerar terapéutica, algo que se va perdiendo en los edificios impersonales y funcionales donde se instalan actualmente los servicios destinados a atender a la ciudadanía.

La esquina lateral posterior, entre la calle Guadalete y el paseo de la Bajamar, también vallada por precaución.

El Hospital de San Juan de Dios, también conocido como antiguo Hospital Municipal, está situado en uno de los lugares más céntricos y agradables de El Puerto, entre la avenida Micaela Aramburu y el paseo de la Bajamar,  por ese motivo sorprende aún más el estado de abandono en que se encuentra.

Su estructura actual se debe a las obras de remodelación realizadas por la gaditana Micaela Aramburu, viuda de José Moreno de Mora, que viendo el estado en que se encontraba en el siglo XIX lo reformó por completo, movida por su espíritu caritativo y “continuando la labor benemérita de su inolvidable esposo”, como expresaban los periódicos en 1916.

Hoy en día, aquella gran obra de reconstrucción que consiguió para El Puerto “uno de los mejores edificios que para hospital existen en España”, se recuerda en una placa en un muro de la iglesia anexa al hospital, donde tiene su sede la Hermandad de Los Afligidos.

Sin embargo, cuando el Servicio Andaluz de Salud cerró sus últimas dependencias en el inmueble a finales de los años 90, la mayor parte del edificio quedó sin uso, acentuándose el deterioro que ya sufría, a pesar de gozar de protección en el Plan Especial del Conjunto Histórico (Peprichye).

no de los techos que se han perdido por completo y que hacen temer por este céntrico patrimonio municipal.

Sucesivos gobiernos municipales han mantenido encuentros con inversores para conseguir proyectos que puedan poner en valor el monumento, aunque sin obtener resultados. Quizás porque las cifras de inversión serían demasiado elevadas para la iniciativa privada, y con escaso retorno económico, al tratarse de un edificio público que pertenece al Ayuntamiento.

De esta forma, durante estos últimos años ha ido avanzando el deterioro del inmueble, llegando a registrarse desplomes que afectan incluso a los forjados de techos y azoteas, que en algunas partes han quedado a cielo abierto, así como a los muros perimetrales, donde los Bomberos y la Policía Local han tenido que intervenir de urgencia en numerosas ocasiones, permaneciendo algunos tramos de sus fachadas vallados, anulando zonas tránsito debido a la ausencia de obras que al menos consoliden el edificio por motivos de seguridad.

Hartos de ver esta situación, un amplio grupo de ciudadanos que forman la asociación Betilo, inició en octubre de 2020 una campaña para concienciar a la población de que “El Hospital es tu patrimonio”.

La placa que recuerda a Micaela Aramburu, en el muro de la capilla de Jesús de Los Afligidos.

El objetivo principal de la asociación, que aboga para que el edificio se ponga en valor mediante proyectos innovadores de interés social, cultural y económico, no era otro que llamar la atención sobre el mal estado de este bien histórico y monumental.

Su insistencia parece haber conseguido la movilización de las administraciones, y el Gobierno central anunció en abril de 2023 la concesión de una ayuda 2.161.954 euros a cargo de Next Generation para una primera fase de rehabilitación, consolidar las estructuras y fachadas del inmueble. Posteriormente, en un pleno extraordinario celebrado en junio, el Ayuntamiento de El Puerto apoyó la cofinanciación de dichas obras.

Sin embargo no se ha movido nada hasta la fecha y el pasado 11 julio la asociación Hispania Nostra decidía incluir el edificio en el Lista Roja de patrimonio en peligro. En la ficha descriptiva se especifica que aunque la iglesia está en uso, el resto del edificio “está en estado ruinoso, con varios techos y suelos derrumbados”, y tras destacar que se trata de un bien “de importancia histórica y valor artístico”, advierte que a día de hoy está “en un estado muy precario de conservación y cerrado al público, excepto su iglesia”.

La fachada posterior del edificio, con la escultura del marinero, refleja la monumentalidad del histórico Hospital.

Mientras tanto, pasan los meses y las inversiones no llegan, con un otoño a la vuelta de la esquina que puede agravar aún más el crítico estado del Hospital de San Juan de Dios.