Me llegaron a Berlín, gracias a mis amigos de El Puerto, noticias nada halagüeñas sobre lo sucedido este verano en esta ciudad gaditana y estaba preparado para lo peor.

El Puerto había sido noticia en los medios nacionales, pero no por la aprobación, tras muchos años, del Plan Especial de Protección y Reforma de su Conjunto Histórico.

Lo había sido sobre todo por la huelga de celo de la Policía Local, la renuncia a las banderas azules de sus playas por falta de socorristas, los conciertos con asistencia masiva de jóvenes sin mascarillas, los botellones y las peleas en Puerto Sherry.

Estaba pues, como digo, preparado cuando llegué a finales de septiembre para pasar unos días en la vivienda que compré hace ya tiempo en un centro histórico que desde entonces sólo he visto degradarse año tras año a pesar de las promesas de lossucesivos gobiernos municipales.

Volví a pasear por sus calles y me encontré las mismas mallas protegiendo balcones o edificios enteros que amenazan ruina, bloques de cemento que ocupan la acera y aguantan fachadas que podrían, si no, derrumbarse, comercios y balcones concarteles de 'se alquila' o 'se vende'.

Me pregunté una vez más si el alcalde, los alcaldes salen alguna vez de su despacho y se dan una vuelta a pie por el casco histórico y, si en caso de hacerlo, no sienten vergüenza ante tanto edificio que amenaza ruina y la cochambre que uno vedesde hace ya años en escaparates de tiendas hace tiempo abandonadas.

Parece- noticia positiva- que existe un plan para prolongar el paseo del Guadalete hasta la playa de La Puntilla, algo que uno mismo siempre ha defendido porque no puede ser que la margen derecha del río no sea en muchos tramos más que unasucesión de aparcamientos.

Me felicito y espero que no se convierta en uno de esos proyectos acometidos en algún momento por el Ayuntamiento y finalmente fracasados.

¿Cómo es posible, por ejemplo, que mientras el aparcamiento de Pozos Dulces sigue inconcluso y es objeto al parecer de un litigio entre el Ayuntamiento y la empresa constructora, se hable ahora de construir uno nuevo también junto al río? ¿Correrá la misma suerte?

Creo en cualquier caso que el mayor problema que tiene El Puerto es que los responsables municipales sólo parecen pensar en el momento y carecen de un plan de futuro, de un modelo de ciudad.

A juzgar por lo ocurrido este verano, el modelo por el que se apuesta ahora es lo que un colaborador de este periódico calificaba el otro día irónicamente de 'Puertoluz', en alusión a la localidad mallorquina de Magaluf, conocida en toda Europa por un turismo de juerga, trifulcas y borrachera. 

Me cuentan algunos vecinos que los conciertos organizados en la margen izquierda del Guadalete frente a la Ribera del Marisco duraban hasta altas horas de la noche y no les dejaban dormir.

Esta temporada, me dicen, bares y restaurantes han hecho una recaudación récord, lo que tiene ciertamente que ver con unas circunstancias excepcionales: la gente estaba deseosa de salir después de la pandemia y tenía además dinero ahorrado.

Algunos dueños de comercios con los que he hablado cuentan, sin embargo, otra historia y explican que les ha ido tan mal como en años anteriores.

Me cuentan también que se han vendido algunas casas palacio, en parte a extranjeros, y me felicito de ello porque si algo hace falta en esta ciudad son personas interesadas en habitar el centro histórico.

Un centro que debería estar ya peatonalizado como, por ejemplo, Pontevedra, preciosa ciudad que podría servir de ejemplo. ¿Por qué parecen los portuenses coger el coche para todo?

Tampoco he entendido nunca que mientras otras ciudades de la provincia sin el legado histórico y cultural de ésta tienen museos dedicados, por ejemplo, a la sal, a la pesca, al vino o a la artesanía local, aquí no haya nada que se le parezca.

¿Hay algo que desde el punto de vista cultural que ofrecer al visitante aparte de la visita a la Prioral y a la Plaza de Toros? ¿Algo que le lleve a pasar en la ciudad más de media jornada? ¿No deberían plantearse estas y otras muchas cosas quienes la gobiernan? ¿O sólo piensan en el próximo cargo en la Administración que les proporcionará el partido en cuanto dejen el Ayuntamiento?