El colectivo Los invisibles ha dado a conocer los resultados de su última campaña de recogida y entrega de alimentos y productos de higiene entre las familias portuenses más golpeadas por la crisis.
Durante un mes se han recogido donaciones de particulares y colectivos. Más de una decena de centros educativos han colaborado de manera masiva en la iniciativa solidaria con la implicación del profesorado, las AMPAS, el equipo directivo y el alumnado y sus familias. Aunque en algunos los casos los voluntarios han realizado la recogida puerta a puerta, en la mayoría de los centros ha sido la comunidad educativa la que lo ha organizado todo de manera autónoma y muy efectiva.
También se han recibido donaciones económicas que han permitido a Los invisibles adquirir los productos alimenticios frescos que se debían añadir a las cajas de solidaridad. Estas donaciones han llegado desde muchos puntos del país.
Con todo este apoyo se ha logrado conformar más de 50 lotes solidarios compuestos por legumbres, pasta, arroz, azúcar, leche, salchichas, embutidos, cacao, aceite, galletas, conservas de verdura, avíos para puchero y berza, surtido navideño, productos de higiene como gel o pasta de dientes y alimentos infantiles en los casos en que era necesario. El valor de cada lote rondaba los 100 euros.
Tras los repartos familiares que se realizaron los días 22 y 23 de diciembre, quedó aún más de media tonelada de legumbres, pasta, conservas, geles de higiene corporal y otros productos que se ha repartido entre varias iniciativas sociales: el comedor social gaditano de Amigas al Sur, el centro Mundo Nuevo, la Caravana Por la Paz de Solidaridad con el Pueblo Saharaui y algún piso de la Red de Acogida a Personas Inmigrantes de El Puerto, entre otras.
Mas de 20 personas voluntarias han trabajado para esta nueva campaña de solidaridad a las que hay que sumar el esfuerzo del profesorado y las familias que han dinamizado la actividad en los centros educativos.
Los invisibles agradece su compromiso a todas las personas implicadas y entiende que este esfuerzo solidario, como el que se organizó para hacer llegar alimentos y productos de primera necesidad durante el confinamiento de la pandemia a estas familias y a las personas sin techo, o como la campaña de recogida de material escolar de principios de este curso, son expresiones de la ternura popular. “La solidaridad es la ternura de los pueblos y solo el pueblo salva a el pueblo, nos repetimos con frecuencia pero no olvidamos que es el deber de las administraciones garantizar el derecho a la vivienda, la vida digna, la alimentación, la sanidad y la educación en pie de igualdad", destacan.
Para el colectivo "la existencia de tantas familias que necesitan estas y otras ayudas es una muestra de que la gestión de la protección pública es muy deficitaria. Mientras ayudamos a estas familias no cejaremos en denunciar esta situación", concluyen.
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