La Virgen de los Milagros, arropada en la calle por numerosos portuenses
La imagen lucía este año el manto de Castillos y Leones Un extenso cortejo precedió el paso de la Patrona de la ciudad La plaza de España se engalanó extraordinariamente para la ocasión
La ciudad conmemoraba ayer uno de los días marcados en rojo en el calendario festivo local, con motivo de la festividad de la Patrona, la Virgen de los Milagros.
Se trata de una jornada en cuya organización el Ayuntamiento no escatima esfuerzos, y de hecho el exorno que este año exhibía la plaza de España era, si cabe, más profuso que en ediciones anteriores.
El motivo que sin duda más curiosos atrajo durante toda la mañana de ayer fue la alfombra de sal y serrín que cada año cubre la calle Palacios, hasta la esquina con Luna, en cuya elaboración participaron durante toda la noche anterior los grupos scouts de la ciudad y jóvenes de varias hermandades locales. Este año el diseño de la alfombra era alusivo a los escudos de dos papas, Juan XXIII y Juan Pablo II, cuyos retratos presidían también la plaza de España junto a una imagen de gran tamaño de la Patrona.
La jornada festiva comenzaba bien temprano, a las siete de la mañana, con el Rosario de la Aurora que salió desde la capilla del mismo nombre para hacer un pequeño recorrido por las calles más cercanas a la Prioral. A las ocho se celebraba una eucaristía presidida por el obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, mientras que a las diez y media de la mañana se celebraba la función principal de instituto y a las doce se procedía al rezo del Ángelus.
Pero el plato fuerte de la jornada fue, como cada 8 de septiembre, la procesión que recorrió las calles a partir de las ocho de la tarde. Este año en el extenso cortejo había varias curiosidades, como un escuadrón de gala que vestía el uniforme antiguo de la Policía Local, el desfile de unos escoltas de la agrupación musical de Sanlúcar La Caridad, también vestidos de gala, delante de la banda del Santísimo Cristo del Amor, o la presencia de un escuadrón de gastadores de la Armada rindiendo honores a la Virgen.
Como es habitual, parte de la Corporación municipal (con ediles de PP, PA y CP) formó parte del cortejo, con el alcalde, Alfonso Candón, a la cabeza, acompañado por otras autoridades como el corones Fernando Caballero, el capitán de Navío José Joaquín Prats, el comisario de la Policía Nacional, Enrique Jiménez, el suboficial mayor de la Base, Naval de Rota, José Luis Núñez, el intendente mayor de la Policía Local, Manuel Cuenca, y los cabos de la Guardia Civil Ismael Álvarez y Antonio Rodríguez.
Para la ocasión la imagen de Nuestra Señora de los Milagros lucía el llamado manto de Castillos y Leones, que fue donado a la hermandad en 1991 con motivo del 75 aniversario de la coronación canónica de la Patrona. El manto fue confeccionado en el taller valenciano de la familia Miralles y su estreno no estuvo exento de polémica, ya que el entonces obispo de la Diócesis prohibió su adquisición, que en principio iba a ser asumida por el Ayuntamiento, aduciendo que era un gasto innecesario. Tras esta prohibición, la peña Los Bolaos lideró una colecta popular y se logró recaudar el importe necesario para el manto, que fue estrenado finalmente casi a escondidas ese año no sin un agrio enfrentamiento entre el entonces alcalde, Hernán Díaz, y la autoridad eclesiástica.
La procesión ayer, un año más, recorrió las calles del centro para recogerse hacia las diez y media de la noche. Se daba además este año la circunstancia de que era la primera procesión de la Patrona desde que la Iglesia Mayor Prioral fuera declarada santuario diocesano, en reconocimiento a la devoción de los portuenses desde hace siglos a la imagen de la Virgen de los Milagros.
La procesión de este año contó también con su toque de solidaridad, ya que de nuevo se recogieron alimentos para las familias más necesitadas durante la ofrenda floral que se celebra cada año para aportar los nardos que luce el paso de la Patrona.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la agrupación musical Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y de la banda de música Maestro Dueñas.
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