Juventud

El Taller de Teatro Joven, más vivo que nunca

  • Este curso, que cada año se encuentra con nuevas dificultades, ha alcanzado este verano el mayor número de alumnos en su historia

  • La edición de este año finalizó ayer domingo con la representación de 'El Verdugo de Sevilla'

Los actores Pablo Sánchez Moll y Alba Herrera durante la representación de ‘El verdugo de Sevilla’.

Los actores Pablo Sánchez Moll y Alba Herrera durante la representación de ‘El verdugo de Sevilla’.

Una de las máximas que se enseña en las facultades de Periodismo consiste en que las noticias siempre deben ser nuevas y aportar datos que sean desconocidos hasta la fecha por el lector. Teniendo en cuenta esto quizás las horas estén ya contadas entre las páginas de Diario de Cádiz para el Taller de Teatro de Juventud ya que este año -otra vez- vuelve a ser una de las actividades de verano que más éxito han tenido en la ciudad.

Así se comprobó una vez más el domingo durante la representación de El verdugo de Sevilla, la obra del portuense Muñoz Seca sobre la que este año han trabajado los chicos y chicas que se han apuntado al taller. Nada nuevo y todo como de costumbre: dos sesiones y ambas con el patio de butacas lleno.

No obstante, a pesar de los éxitos, este año tanto la actriz Eva Rodríguez (directora del taller), como la compañía Olvido Teatro (que lleva a cabo esta actividad) tienen doble motivo de celebración ya que en esta duodécima edición la actividad ha recogido el mayor número de inscripciones en toda su historia: nada más y nada menos que 40 chicos y chicas.

“Siempre tenemos un gran número de alumnos, y siempre hay que inventar personajes, pero este año, bien podríamos haber llenado dos talleres”, explica orgullosa y sonriente Eva Rodríguez.

Esto supone todo un logro, y más teniendo en cuenta tanto el relevo generacional que se ha producido, como los obstáculos que cada año se encuentra el taller. En el primer caso, esta edición supondrá un antes y un después ya que los antiguos participantes que han crecido con esta actividad -y que ahora se encuentra fuera de El Puerto desarrollando su carrera artística- han dejado paso a nuevos chicos donde la mayoría no llega ni siquiera a los 15 años. En cuanto a los obstáculos, es habitual que este grupo se encuentre año tras años con pequeñas trabas que hacen que la actividad finalmente salga adelante gracias a la ilusión y empeño de los chicos. A la imposibilidad de utilizar el Teatro Municipal, o al problema que hubo el año pasado con el tablado flamenco -que no fue desmontado-, se le ha unido este año el cierre de los baños de El Hospitalito -con la única posibilidad de utilizar un baño portátil-, una tarima irregular -donde algunos chicos incluso se cayeron durante la actuación-, o el olvido de imprimir los diplomas que habitualmente son entregados al finalizar la función.

A pesar de todo, el grupo está “eufórico y feliz”. La afición por el teatro en El Puerto es inmensa. Más vale tratarla bien y no aburrirla.

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