La Gran Cabalgata de Carnaval recorrió las calles de El Puerto. Numeroso público asistió para participar de la animación de un brillante domingo de Carnaval. Familias enteras con sus niños disfrazados aprovecharon el buen tiempo para disfrutar del espectáculo que se vivió en uno de los días grandes de la fiesta, en una radiante tarde de sol, aunque algo fría debido al viento del norte.

La Cabalgata partió con puntualidad del nuevo estacionamiento de Pozos Dulces, y transcurrió con rapidez por la zona de la Ribera del Marisco y Micaela Aramburu, de manera que a las cinco de la tarde ya había realizado más de un tercio de su recorrido. Abría la Cabalgata la chirigota de Afanas, incondicional de la fiesta, uno de cuyos componentes iba simpáticamente caracterizado como el concejal de Fiestas David Calleja. El verdadero concejal, por su parte, se volcó durante todo el trayecto dirigiendo bailes y coreografías y supervisando la marcha de la cabalgata. En ella participaron figuras del mundo del carnaval portuense, de las asociaciones de vecinos y otras entidades, además de distintos cuerpos de baile, en su mayor parte de las academias de El Puerto.

La influencia del carnaval caribeño y carioca está cada vez más presente.

Algunas coplas y pasodobles se combinaron con la música más actual, que predominó, como el famoso hit de Shakira dedicado a su ruptura con Piqué, en clave de humor.

La influencia del carnaval caribeño y carioca estuvo muy presente, con bailes como rumba y salsa, que se empiezan a introducir en la fiesta. En cuanto a las carrozas, un total de ocho componían el cortejo; entre ellas la de Coquineras, la Diosa del Mar o la Academia de Nevermore con Miércoles, que llevaba a bordo a la cinematográfica y gótica familia Addams. No faltaron tampoco las de las peñas La Mezquita y El Vaporcito.

La carroza de la Diosa del Mar, durante el recorrido.

Entre carroza y carroza el animado público pudo disfrutar de coreografías muy ensayadas y conseguidas, con trajes coloridos y ritmos muy alegres, que fueron muy bien recibidas, entre papelillos y serpentinas.

La Gran Cabalgata, que salió a las cuatro, finalizó sobre las siete de la tarde, y se desarrolló sin incidencias. Tampoco se produjeron muchas interrupciones, de manera que ha ganado en agilidad, aunque se han reducido las improvisadas actuaciones en directo que ofrecían al público las agrupaciones legales e ilegales, que han participado menos que otros años, contando ahora con un ambiente más dinámico donde prevalecen la música y el baile.