Bienestar Social

La Asociación Párkinson Portuense podría verse obligada al cierre

  • Entidades que trabajan en el ámbito del bienestar social piden una reunión urgente del Consejo de Participación

Una protesta organizada por las asociaciones de la ciudad hace escasas fechas para pedir el pago de las ayudas.

Una protesta organizada por las asociaciones de la ciudad hace escasas fechas para pedir el pago de las ayudas. / Andrés Mora

Las ayudas económicas son para muchas asociaciones como la savia para un árbol, necesarias para sobrevivir. Por mucha entrega que pongan sus voluntarios no es posible mantenerlas si no cuentan con recursos económicos. La desaparición de una organización benéfica es siempre dolorosa, y mucho más si trabaja en el ámbito del bienestar social y en la atención a personas enfermas o discapacitadas. La Asociación de Familiares y Afectados de Párkinson, Párkinson Portuense, podría verse obligada a cerrar si no recibe las ayudas que le debe el Ayuntamiento (las del año 2018), y no se abre la convocatoria para las del año 2019.

Para atender a los afectados de párkinson la asociación mantiene unos talleres que necesitan personal especializado: “Asociaciones como la nuestra prestan a la sociedad un servicio inestimable que no facilita la Administración, procurando hacer más fácil el día a día de unas personas que acuden a nuestros talleres en busca de unas terapias imprescindibles para su calidad de vida, como son la fisioterapia, psicología o logopedia. Por lo que se hace necesaria la contratación de distintos profesionales, con el coste correspondiente, que no asume la Administración y por ello son necesarias las ayudas que suponen las subvenciones”, afirma la junta directiva de la asociación.

Distintas asociaciones advierten de la situación límite que atraviesan a causa de los impagos

Párkinson Portuense lleva meses tratando de conseguir que el Ayuntamiento les abone la parte de las ayudas que le corresponde, pero por más escritos, manifiestos, concentraciones y visitas a la Concejalía de Bienestar Social que han realizado “recibimos siempre como respuesta la pasividad más absoluta”. Actualmente la situación ha llegado a hacerse insostenible, de manera que para evitar el cierre de estos talleres por falta de medios económicos “es preciso el desbloqueo inmediato de los trámites pertinentes, pero no percibimos en los contactos mantenidos ningún interés en agilizar esta situación”.

Este mismo problema afecta de manera alarmante a otras entidades y asociaciones que trabajan igualmente atendiendo necesidades de bienestar social y de personas vulnerables que no son cubiertas por el área municipal, “dramas, personales, familiares y sociales que no son suficientemente atendidos”.

Dichas asociaciones firmaron en septiembre un escrito conjunto dirigido a la concejala María del Carmen Lara, edil de Servicios Sociales, para explicarle que “nos encontramos en unas circunstancias en las que es imposible afrontar nuestro trabajo. Y esto es así debido al incumplimiento de la Administración Local de abonar las subvenciones comprometidas para 2018 y que aún no se haya realizado la convocatoria de 2019”.

Las asociaciones piden a la concejala que convoque lo antes posible el Consejo de Servicios Sociales y Participación Ciudadana para poder abordar, entre otras cuestiones, el pago de las subvenciones y abrir una nueva convocatoria de ayudas.

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